
El expresidente francés ha salido este lunes del centro penitenciario parisino tras pasar 20 días en él
El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha salido sobre las 15.00 horas de este lunes de la cárcel de La Santé después de que el Tribunal de Apelación de París le concediera la libertad condicional apenas una hora y veinte minutos antes. A Sarkozy, que ha pasado 20 días ingresado en este centro penitenciario, se le ha decretado un «control judicial», que incluye la prohibición de salir de Francia y contactar con el ministro de Justicia, Gérard Darmanin.
El que fuera jefe de Estado de Francia entre 2007 y 2012 ha salido de La Santé por la puerta principal en su coche oficial, con las ventanas cerradas y escoltado por policías. No ha hecho declaraciones. De ahí, el expresidente ha sido trasladado a su apartamento en el distrito XVI de la capital francesa junto a su mujer, Carla Bruni. Había una fuerte presencia de medios de comunicación, pero tampoco ha comparecido.
Nicolas Sarkozy (70 años) había sido condenado en septiembre a cinco años de cárcel por haber dejado que sus principales colaboradores negociaran con responsables del régimen de Muamar Gadafi para obtener dinero para la campaña de las elecciones presidenciales de 2007, que ganó. El expresidente apeló esta decisión.

La libertad bajo control judicial a la que se someterá Sarkozy a partir de este lunes incluye, además de la prohibición de salir de Francia y de entrar en contacto con los otros condenados en el caso, «contactar» con el actual ministro de Justicia, Gérald Darmanin, quien le visitó en la cárcel y del que es además un allegado tras haber compartido partido político la década pasada.
Los abogados del antiguo jefe del Estado habían presentado la solicitud de puesta en libertad al poco de su entrada en la cárcel —el 21 de octubre— argumentando, entre otros puntos, que su cliente no representaba un peligro a la hora de destruir posibles pruebas, que no iba a dejar el país porque toda su familia reside allí y que la prisión suponía un peligro real para su seguridad.
Su estancia en la cárcel: escritura y deporte
Unas tres horas antes, en la vista de la mañana, el líder conservador había tenido la ocasión de hacer un alegato que buscaba persuadir el Tribunal. En él, Sarkozy tildó su vida entre rejas como «algo muy duro y agotador». «Quiero agradecer la humanidad excepcional del personal penitenciario porque ellos han convertido esta pesadilla de la cárcel en algo soportable», expuso el exjefe de Estado, que ha ocupado las tres semanas detrás de las rejas en escribir sobre esta experiencia y en hacer deporte, según sus abogados.
En la sala del Tribunal de Apelación estuvieron presentes su esposa Carla Bruni, dos de sus cuatro hijos (Jean y Pierre) y su hermano François para seguir la audiencia, que también contó con una enorme expectación mediática y en la que los móviles fueron confiscados por las autoridades para evitar captación de imágenes o de sonido durante la vista.
Fuente: 20 Minutos







