Los festejos de Navidad pueden ocasionar problemas con tu salud dental. Te contamos los principales problemas bucales en esta época y qué puedes hacer para evitarlos.
Algunas de las costumbres propias de las fiestas de Navidad pueden poner en riesgo la salud dental. Los excesos, las comidas poco saludables y los descuidos son un combo que afecta las estructuras de la boca.
Durante los festejos navideños, el cuidado bucal puede pasar a segundo plano. Si a esto le añadimos el consumo frecuente de dulces, frutos secos, alcohol y refrescos, la salud de la dentadura entra en estado de alerta.
Es habitual sentir que, en los días de fiesta, todo está permitido. Asumimos que, por un par de días de descuido, no pasa nada. Pero el abandono de los hábitos de cuidado dental puede traer serias consecuencias para la boca.
Descubre estos 5 enemigos de tu salud dental durante las fiestas de Navidad y qué puedes hacer para festejar sin comprometer la sonrisa.
1. Los dulces
Las fiestas de Navidad son una época de muchos postres, dulces, turrones, mazapanes, panetones, chocolates, roscas, pasteles y más y más azúcar. Todas estas delicias navideñas tienen en común este ingrediente que atenta contra la salud oral.
El consumo de azúcar en la época navideña suele incrementarse en la mayoría de los hogares. Según un estudio sobre el gasto medio de las familias españolas en las celebraciones decembrinas, se suele consumir alrededor de 1 kilo de productos dulces en las festividades.
El alto consumo de azúcares simples no solo afecta nuestra salud general. Esta sustancia sirve de sustrato para las bacterias que viven en la boca, que la aprovecharán para multiplicarse.
Al metabolizar el azúcar, las bacterias producen un ácido que disminuye el pH oral y es capaz de desmineralizar el esmalte de los dientes. Esta pérdida de minerales de los dientes es lo que origina las caries.
Si la higiene oral se descuida y el consumo de dulces se incrementa, las bacterias tienen vía libre para proliferar y dañar la dentadura. La caries, la gingivitis y la sensibilidad dental son las patologías más comunes que surgen como consecuencia de esta combinación peligrosa.
2. Los picoteos y la sobremesa
Comer a cada rato es otra de las situaciones propias de la Navidad que atentan contra la salud dental. La mesa servida por largas horas invita a picotear una y otra vez.
Las sobremesas prolongadas, las charlas, las copas que se llenan una y otra vez y los puñados de garrapiñadas, chocolates y turrones que se llevan a la boca son una escena habitual en las fiestas navideñas. En este ritual, no es muy común que la gente se levante para ir a cepillarse los dientes.
En las comidas a cada rato, en el interior de la boca suceden cambios bioquímicos que pueden poner en riesgo la salud oral. Al comer, el pH de la boca disminuye, es decir, se vuelve más ácido.
Nuestra saliva es capaz de neutralizar dicha acidez y así evitar que los dientes se desmineralicen. Pero recuperar el equilibrio oral toma alrededor de 20 a 30 minutos.
Si comemos a cada rato, nuestro mecanismo de defensa no logra alcanzar el equilibrio y la boca permanece ácida. Un pH bajo durante largos períodos de tiempo es capaz de desmineralizar las piezas dentarias.
Si a esto le agregamos que la mayoría de los productos que se picotean contienen mucha azúcar, que incrementa la producción de ácidos por las bacterias, el problema es mayor. Además, como te contaremos más adelante, el consumo de alcohol también empeora la situación, al disminuir la secreción salival.
3. Las bebidas alcohólicas y carbonatadas
Como ya adelantamos, el consumo de alcohol tiene un efecto deshidratador sobre la boca. Esta sustancia es capaz de disminuir la secreción de saliva y provocar sequedad oral.
Una boca con menos saliva está más desprotegida. Las bacterias aprovechan para proliferar y producir ácidos que afectan la dentadura e irritan las mucosas.
Además, la boca seca genera incomodidad al comer y provoca mal aliento. Beber agua y aumentar la hidratación sería una buena solución. Pero en las fiestas navideñas, el alcohol suele combinarse con refrescos y bebidas carbonatadas, ácidas y dulces.
Las bebidas carbonatadas disminuyen de manera notable el pH salival. El contenido de azúcar y la acidez que de por sí poseen, predisponen a los dientes a sufrir la erosión de su capa externa, provocando problemas de sensibilidad, dolor y mayor riesgo a sufrir fracturas dentarias.
En este sentido, igual de perniciosos son los vinos blancos y los espumosos muy ácidos.
Por otro lado, los vinos tintos, que poseen muchos taninos, pueden provocar manchas oscuras en la dentadura. Sobre todo si, a la vez, se descuida la higiene oral.
Al consumo de vinos y espumantes se suma otro riesgo más: la posibilidad de sufrir una fractura dentaria por querer abrir la botella con la boca. En estos casos, para evitar accidentes, es fundamental utilizar una herramienta adecuada para destapar.
4. Alimentos fibrosos y duros
Al pensar en los enemigos de la salud dental que aparecen en la época de Navidad, la consistencia de los alimentos es un factor más a considerar. Las texturas de algunas comidas pueden favorecer el deterioro de las piezas dentarias.
Las carnes fibrosas que se comen en las fiestas, como el jamón ibérico o el cordero, pueden terminar atascadas en los espacios entre los dientes. Si no se realiza una adecuada higiene bucodental, la permanencia de estos restos favorece la aparición de caries y gingivitis.
Algunas comidas muy duras, como mariscos, turrones o frutos secos, pueden ocasionar accidentes al morderlos. Las fracturas dentarias, la salida de algún empaste o los daños en la ortodoncia y las prótesis son una posibilidad.
Para evitar los accidentes, no está de más aclarar que las ostras y las nueces no se abren con la boca.
5. Los descuidos
Las fiestas de Navidad pueden parecer un motivo suficiente para desatender las rutinas de higiene y los hábitos que sostenemos el resto del año. Con esto, los problemas que ya mencionamos se agravan.
Los cambios de horario, la falta de rutinas y la relajación de las fiestas dificultan el mantenimiento de una adecuada higiene dental. Las comidas fuera de casa o irse a la cama a altas horas de la noche, hacen que el cepillado se torne difícil de sostener.
Además, a veces se realiza deprisa, sin prestar mucha atención o se sustituye con un enjuagado. Tampoco se utiliza el hilo dental y los restos de comida se acumulan, favoreciendo el incremento de la placa bacteriana.
Los festejos de Navidad también pueden llevar a que los pacientes con ortodoncia descuiden sus tratamientos. Quienes poseen brackets, aumentan el riesgo de sufrir complicaciones derivadas de la falta de cuidado de sus frenos.
Aquellos que usan aparatos removibles encuentran muchos motivos para quitarse los alineadores y dejar de usarlos para asistir más cómodos a los eventos. Esta falta de continuidad entorpece el tratamiento.
Postergar las reparaciones dentales para después de las fiestas es una mala idea. Los problemas pueden agravarse y hay probabilidades de sufrir dolor, sensibilidad o cuadros infecciosos que interfieran con el festejo.
Consejos para cuidar la salud dental durante las fiestas de Navidad
Si bien lo ideal es reducir el consumo de dulces durante las fiestas navideñas, es posible disfrutar estos manjares y cuidar la dentadura con ciertas precauciones. Atender la higiene dental de manera especial durante las festividades te permitirá evitar los efectos nocivos que se producen en los dientes por los azúcares.
Te recomendamos cepillar tus dientes con pasta dental con flúor después de cada comida; sobre todo, luego de comer postres, turrones y otros dulces. Además, deberás complementar la limpieza con hilo dental y hacer enjuagues con colutorios fluorados al menos una vez al día.
A la hora de disfrutar las delicias navideñas, procura optar por aquellas menos pegajosas y no tan duras. De esta manera, evitarás que permanezcan mucho tiempo entre tus dientes o que ocurran fracturas dentarias, salida de empastes o daños en las prótesis o aparatos al morder.
Elegir chocolates amargos que contienen menos azúcar es una buena estrategia para tener un momento dulce más saludable. Optar por bebidas sin alcohol y sin azúcar también es una buena idea.
No hace falta quitarles la alegría a las copas; se puede optar por cócteles divertidos y saludables hechos con frutas y vegetales. En el caso de que se elijan bebidas alcohólicas o carbonatadas, enjuagarse la boca con agua después del brindis puede contrarrestar los efectos dañinos.
Una revisión dental luego de los festejos no estaría de más. El profesional podrá detectar cualquier problema que haya surgido y solucionarlo antes de que avance.
Festejos conscientes
La fiesta de Navidad no tiene por qué convertirse en la enemiga de tu salud dental. Con los cuidados que aquí te comentamos, podrás estar atento a tu dentadura y disfrutar con tranquilidad la alegría de esta época.
Fuente: MejorConSalud