
El ejército de Israel aseguró que planea el desplazamiento de alrededor de 1.4 millones de civiles palestinos hacinados en Rafah a lo que llamó “islas humanitarias” en el centro de Gaza antes de lanzar una invasión terrestre.
El ejército de Israel volvió a disparar contra los palestinos que esperaban ayuda alimentaria en Ciudad de Gaza. Mataron a seis personas e hirieron al menos a 83 más.
El ataque se produjo horas después de que Israel bombardeara un centro de distribución de alimentos de Naciones Unidas en la ciudad de Rafah. Mataron al menos a cinco personas, incluido un miembro de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos UNRWA. Mientras el hambre se extiende en una Gaza bloqueada por Israel. Un portavoz del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, condenó el último ataque israelí contra la instalación de la UNRWA en Rafah.
Devastación total en Yan Yunis
Tras la retirada de las fuerzas israelíes del complejo residencial Hamad, financiado por Catar, en Yan Yunis, la zona quedó en un estado de absoluta devastación. A medida que el polvo se asienta, los residentes del complejo se enfrentan a la sombría realidad de sus casas reducidas a escombros, con humo aún saliendo de los restos.
Entre las escenas de destrucción, los vecinos vuelven, impulsados por una mezcla de angustia y necesidad de salvar lo poco que les queda. Sus casas ahora están en ruinas, un testimonio de la violencia de los bombardeos lanzados por Israel. Un relato conmovedor proviene de una residente, una madre que lucha por encontrar las palabras para describir la pérdida.
«Dijeron que Israel se retiró hoy de la ciudad. Corrí para llevar comida y agua a mis hijos para alimentarlos. Mi marido no está aquí, se lo llevó el ejército de Israel. Encontré toda la torre destruida y en llamas, como puedes ver. ¿Qué puedo decir? Tengo a Dios», dice de pie ante los restos carbonizados de lo que, una vez, fue su casa.
Hambre en Gaza
Alrededor del 80% de los 2.3 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados por la guerra, más de la mitad de ellos hacinados en el extremo sur, alrededor de la ciudad de Rafah, muchos de ellos viviendo en tiendas de campaña y escuelas convertidas en refugios. Con sólo un hilo de suministros entrando al territorio, el hambre es rampante.
El ataque de Israel, desencadenado por el ataque sin precedentes de Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre, que costó la vida de 1200 israelíes, la mayoría civiles, ha matado a más de 31 000 y herido a 73 000 palestinos, según el Ministerio de Salud (HAMAS) de Gaza.
Israel ataca en Líbano
De nuevo Israel atacó en territorio libanés. Las Fuerzas de Defensa de Israel publicaron en las redes sociales un vídeo que mostraba un ataque con aviones no tripulados contra un vehículo en movimiento que transportaba a un miembro de Hamás en el Líbano.
Según Israel el miembro de Hamás, Hadi Mustafá, murió en el ataque cerca de la ciudad de Tiro, en el sur del Líbano. Hamás respondió que Mustafá era miembro de la organización pero no una figura importante y que provenía del cercano campamento palestino de Rashidieh. Israel le achaca «ataques contra israelíes y judíos en todo el mundo». La Agencia Nacional de Noticias estatal del Líbano dijo que la otra persona muerta era un ciudadano sirio que circulaba en una motocicleta cerca del vehículo atacado.
Conversaciones rotas entre Israel y Hamás
El ataque se produce un día después de que el alto funcionario de Hamás, Galil al-Hayeh, se reuniera con el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en Beirut y días después de que fracasaran las conversaciones entre Hamás e Israel para una tregua en la guerra en Gaza antes de la festividad del Ramadán.
Estados Unidos junto a otros gobiernos árabes y occidentales continúan luchando para evitar que la guerra en curso en el enclave palestino se extienda al Líbano, mientras los militantes de Hezbolá y el ejército israelí continúan intercambiando disparos.
Funerales en Deir Al Balah
Entre los muchos funerales que se celebran en Gaza, la mayor parte ante fosas comunes de cadáveres sin identificar, se concentraron familiares y vecinos frente al hospital de Al-Aqsa, en el centro de Gaza, por las 16 personas muertas por el ejército de Israel.
Entre las víctimas se encontraban diez miembros de la misma familia que murieron cuando el ejército israelí bombardeó su casa en la ciudad de Deir al-Balah, según los datos del hospital. Entre los familiares se encontraban seis hombres, tres niños y una mujer.
Otras seis personas murieron en el campamento de Bureij, en el centro de la Franja.
Fuente Euronews







