En tiempo extra con gol de Mikel Merino, España eliminó a la anfitriona Alemania y se reafirma como una de las grandes favoritas de la Euro 2024
España encontró el premio que mereció. Lo hizo al límite y padeciendo, tras el gol de Merino, durante el descuento del tiempo extra. Hasta el último suspiro… Pero jugará la semifinal de la Eurocopa después de mantener su buena racha contra una Alemania que no le gana un partido de competición desde 1988. Y acabando con su maldición: ya eliminó, por fin, a una anfitriona.
Del disfrute al sufrimiento, con un remate de Füllkrug al palo y uno desaprovechado de Havertz, la selección española conquistó una clasificación tan peleada como merecida puesto que si en los quince últimos minutos el desespero germano le llevó a atacar sin orden pero con furia para forzar la prórroga cuando ya se daba por hecho el triunfo español.
Llegó el triunfo, sí, en el último suspiro de la prórroga, cuando se adivinaba ya la tanda de penalties, con un remate majestuoso de Mikel Merino al no menos soberbio centro de Dani Olmo, el futbolista clave a través del que se explicó la victoria. Una victoria sufrida como pocas. Pero merecida al final.
Mejor con el balón, seria en defensa, aplicada en la presión, decidida en el remate… Convencida de si misma la Roja sometió a una Alemania que respondió con ganas pero sin continuidad, con energía pero sin una idea clara más allá de imponer intensidad y de buscar el área española con los menos toques posibles. Pero en esa pelea, en esa tarea, De la Fuente le ganó también la partida a Nagelsmann por cuanto el centro del campo español dejó generalmente en casi nada al germano.
Ni la pronta y vergonzante, lesión de Pedri, cazado por Kroos a los tres minutos sin que motivara una amonestación más que merecida, rompió el plan establecido por España. Entró Dani Olmo y acabó por ser, el catalán, definitivo para explicar la victoria.
Una victoria que incluso cuando se saboreaba tuvo tintes dramáticos con un alargue inexplicable y la expulsión de Carvajal enm la última jugada de ataque alemana.
España encontró el premio merecido por más que fuera sufrido como no se recuerda. Por más que fuera extraña, quizá discutible, la determinación del entrenador de quitar del partido a sus dos extremos, primero Lamine Yamal y después Nico Williams, para dar aire y fuerzas a los germanos en el desemboque del partido.
Muy extraño todo, Olmo abrió el marcador rematando de primeras, magnífico, un pase medido de Lamine Yamal. Y Olmo lo cerró, minuto 119, regalando un centro excepcional a Mikel Merino, que lo respondió de la mejor manera: con un cabezazp monumental.
Antes había empatado Wirtz, al límite del tiempo reglamentario, aprovechando la sumisión de la zaga española, que sigue flojeando por el centro, donde se echa en falta la contundencia de Sergio Ramos, la potencia de Puyol, la fortaleza de Piqué…
Pero la justicia llamó a su puerta. Y jugará, otra vez, una semifinal de Eurocopa, soñando con celebrar un éxito que se resiste desde 2012.
Fuente ESPN