Contra todo pronóstico, la Cumbre del Clima (COP29) se cerró con un acuerdo en Bakú que incluye la creación de los mercados de carbono y una meta de financiación para países vulnerables, aunque como ya es habitual nadie está contento del todo. Los países desarrollados se han comprometido a aportar 300.000 millones de dólares al año para financiar la transición climática de los más pobres a partir de 2035. China se librará de pagar, pese a que con otras economías emergentes ya está en el otro lado del tablero. También se ha aprobado la creación de un mercado global de carbono con normas de la ONU para compensar emisiones y obtener fondos. No hay mención alguna al futuro de los combustibles fósiles, un logro alcanzado por los países petroleros en la cumbre celebrada en Dubai el año pasado. |
Fuente ABC Internacional