Rut Marte
En la República Dominicana, el acceso a servicios de salud básicos representa un desafío crítico que afecta de manera desiguala distintos sectores de la población. Aunque el derecho a la salud está protegido en
instrumentos internacionales y en la Ley No. 42-01, Ley General de Salud, muchas personas, especialmente en áreas rurales y de bajos ingresos, siguen sin recibir la atención que necesitan.
Según la Organización Mundial de la Salud OMS, el derecho a la salud implica que toda persona debe
tener acceso a servicios de calidad sin discriminación. Sin embargo, en nuestro país persisten grandes brechas en la prestaciónde estos servicios.
Esto es especialmente relevante en el país donde las desigualdades en el acceso a la atención sanitaria afectan mayormente a poblaciones de escasos recursos. A pesar de las disposiciones legales, la realidad es que las limitaciones en infraestructura y personal en estos sectores dificultan el cumplimiento de este derecho fundamental.
La OMS establece que los países deben aplicar políticas que aseguren una cobertura sanitaria universal, abordando causas profundas de las disparidades, como la pobreza y la exclusión social. La falta de equidad en el sistema de salud dominicano refleja no solo un incumplimiento de derechos, sino también una barrera para el bienestar de la población.
En comparación con otros países latinoamericanos, Costa Rica ha consolidado un sistema de salud de alta calidad,
reconocido en estudios como el de The Lancet, que lo posicionan entre los mejores de la región. Este país ha implementado políticas que aseguran el acceso equitativo a servicios de salud esenciales, lo cual ha permitido reducir las desigualdades y mejorar los indicadores de salud.
En la República Dominicana, un modelo similar podría ser una estrategia efectiva para asegurar que todas las personas, sin importar su condición socioeconómica o lugar de residencia, reciban la atención adecuada.
Las disparidades en el sistema de salud dominicano también se reflejan en la diferencia entre áreas urbanas y rurales, mientras que en las ciudades el acceso a servicios de calidad es común, en las zonas rurales la atención médica básica sigue siendo limitada.
Esta falta de equidad impacta principalmente a las comunidades más vulnerables, generando mayores tasas
de mortalidad y prevalencia de enfermedades prevenibles. ADESA destaca la precariedad de los servicios de salud en la República Dominicana, una investigación presentada por Adalberto Grullón, destaca que el 73% de quienes usan los servicios que ofrecen los hospitales municipales y provinciales en el país, son mujeres que acuden a esos centros públicos por extrema necesidad, donde los servicios sanitarios que reciben están en déficit y baja calidad.
La situación de desigualdad en el acceso a servicios de salud básicos en la República Dominicana requiere una intervención urgente. Es fundamental que el gobierno implemente políticas de cobertura universal,
inspiradas en modelos exitosos, y asigne recursos a las áreas más necesitadas. De no abordarse, las disparidades continuarán, afectando el bienestar de la población y limitando el desarrollo del país.
Referencias Bibliográficas
(OMS) https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/human-rights-and-health
(OMS)https://www.who.int/es/news/item/04-04-2019-uneven-access-to-health-services-drives-life-
expectancy-gaps-who
(OMS)https://www.who.int/es/news/item/20-04-2023-who-releases-the-largest-global-collection-of-
health-inequality-data
Ley No. 42-01. (2001). Ley General de Salud de la República Dominicana.