
Los conceptos emitidos en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor
Movimiento Popular Dominicano (MPD)
SANTO DOMINGO. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, debemos obligatoriamente rendirle homenaje a Hilda Gautreaux, Mamá Tingó, y otras mujeres anónimas en lo nacional, igualmente en lo internacional a Clara Zetkin, Inés Armaund, Rosa Luxemburgo, entre otras, sin olvidar jamás a las mártires de Brooklyn asesinadas en las factorías de ese condado.
El 8 de marzo no es para celebrar, sino para conmemorar el sacrificio de la mujer obrera, trabajadora, campesina, la mujer de servicios domésticos, la mujer secretaria, etc. etc.
El Movimiento Popular Dominicano MPD exhorta a nuestras mujeres humildes, las cuales son víctimas del sistema patriarcal, al igual que del patrón capitalista en las fábricas y otros centros de trabajo a organizarse en sus frentes naturales y sociales para lograr sus anheladas reivindicaciones económicas, sociales y culturales.
Este 8 de marzo conmemoramos 117 años de haber sido quemadas las obreras de una fábrica de algodón en Brooklyn, New York. Debe servirnos esto para aclarar y concientizar a las masas populares, en el sentido de que la lucha no es entre hombres y mujeres; sino entre explotados y explotadores.
En pleno siglo XXI los capitalistas y oligarcas pretenden seguir engañando a las masas con la perversa orientación de que; las mujeres son más emprendedoras que los hombres y más meritorias, por lo tanto, esas tendencias culturales y políticas son para continuar alienando a las masas, muy particularmente a las mujeres pobres y trabajadoras sacando las así de las verdaderas razones de los males y golpes que reciben a diario del hombre machista y abusador: producto éste de la educación y moldeamiento clasista.
Hoy, penosamente las mujeres pobres y trabajadoras siguen siendo mercancías de consumo carnal-sexual, de depravación lingüística. Esta depravación se muestra en los actuales programas de “contenido”, dejando ésta conducta una falsa alegría. A nuestras humildes mujeres esa cultura de contenido las alejas de una vida sana, de los estudios técnicos y académicos donde se puedan labrar un futuro promisorio.
Así, porque el sistema capitalista las excluye, aunque hipócritamente dicen los explotadores que les dan oportunidades. Esto pasa más de ser una pura y vulgar mentira.
A nuestras mujeres trabajadoras y excluidas, los financistas de baja monta, nos referimos a los dueños de bancas de apuestas, les dan la oportunidad de trabajar vendiendo números de loterías y recargas, para pagarles un miserable salario. A estas trabajadoras les estropean su dignidad, su moral.
Todo eso hay que revertirlo, organizando a las mujeres trabajadoras en todos los rincones, callejones, zonas francas (zonas de infiernos), en los barrios, en las juntas de vecinos; en conclusión, educarla junto al hombre trabajador, para que así identifiquen su real enemigo de clase: el capitalismo y sus oligarcas.
¡Conmemoramos el 8 de marzo con la organización de las mujeres trabajadoras!
¡Hilda y Mamá Tingó, presentes!
¡Por la dignidad de la mujer trabajadora!
¡El partido de Pablo Martínez, El Moreno, El Men y Alfredo, presente!
Enviado por Héctor Miolán