
Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 21 de marzo de 1915, murió, a la edad de 59 años, Frederick Taylor en Filadelfia, Estados Unidos. Fue un ingeniero estadounidense, promotor de la organización científica del trabajo. Es el padre de la Administración científica.
En su libro “Principios de la Administración Científica”, Taylor estableció las bases para los futuros administradores. Entre sus aportes, están: estudios de tiempo y movimientos, método de trabajo, selección de obreros, incentivos y capacitación.
Termino esta nota con un pensamiento de Taylor: “El objetivo principal de la administración debe ser asegurar la máxima rentabilidad para el empleador y la máxima prosperidad para los empleados”.