Con una participación superior al 72,8%, Nawrocki se alzó con la victoria en una contienda muy reñida, obteniendo el 50,89% de los votos frente al 49,11% del alcalde liberal de Varsovia, Rafał Trzaskowski. Esta ajustada carrera mantuvo al país en vilo desde la primera vuelta, celebrada el 18 de mayo, cuando Trzaskowski logró poco más del 31% y Nawrocki cerca del 30%.
La victoria de Nawrocki marca un giro hacia un enfoque más nacionalista y euroescéptico en la política polaca, lo que supone un desafío para la eurozona y podría tensionar las relaciones de Varsovia con Bruselas. Nawrocki es conocido por su postura crítica hacia el proyecto europeo y su alineamiento con las políticas de Donald Trump.
Además, la presidencia polaca tiene un papel importante en la política del país, ya que el presidente puede bloquear leyes aprobadas por el Parlamento. Esto significa que el nuevo presidente Nawrocki podrá frenar iniciativas del gobierno centrista de Donald Tusk si considera que no están alineadas con sus intereses o su visión política. Esta capacidad para vetar leyes podría dificultar que Tusk lleve a cabo su programa de reformas.
Fuente bolsamania.com
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