
A propósito de un empleado del Consulado en Madrid que se cree superior
Por Fulgencio Novas
Queriendo emular un artículo que ha publicado un colaborador del medio digital Prensa Y Gente, el cual no conozco y responde al nombre de Becker Márquez, paso a formular unas denuncias sobre un faraón que es parte del consulado de República Dominicana en la ciudad de Madrid.
Es cierto que en varias ocasiones he tenido algunas quejas de este caballero, pero lo había dejado pasar ya que es un empleado de 3ra o 4ta categoría, por lo tanto no tiene tanta importancia.
Pero ante tantas veces que me dicen algo relacionado con ese empleado que he querido hacer este artículo. He preguntado a algunos compañeros sobre esta persona, y nadie en el partido lo conoce, tampoco es visto en ninguna de las actividades que hace el consulado o el partido, otros dicen que está en el consulado desde hace mas de 12 años. Esto ultimo no lo he podido comprobar.
Es un señor que no conozco, un faraón que trabaja en el área de caja, y que otras veces es movido a otros departamentos dentro de la misma institución, algo que al parecer es común en este consulado.
La principal queja viene relacionada con su forma de ser, donde a veces los ciudadanos se sienten que en vez de estar pagando, estuvieran pidiendo un favor. Todo esto por el carácter gruñón de dicho empleado quien no responde ni da los buenos días, no mira a los ciudadanos a la cara, o se siente superior parece ser por el cargo o por sus estudios.
Otras veces, este departamento que se encarga de cobrar a los que van a recibir algún servicio, se queda un tiempo deshabitado, algunos ciudadanos sugieren que si el encargado de ese departamento tiene que salir a alguna necesidad o a comer, alguien debería de sustituirle por esos momentos, ya que es conocido por todos que quien se desplaza hasta allí no tiene todo el tiempo libre para solicitar los servicios.
También me han comentado, que el local que alberga al consulado no dispone de hojas de reclamación ni un buzón de sugerencias.
Espero que las autoridades tomen cartas en el asunto, principalmente para que los usuarios no se vean afectados ante esta situación.