El ataque, dirigido contra zonas residenciales, contradice las declaraciones previas de Moscú
Una nueva ofensiva rusa ha golpeado con dureza la capital ucraniana, dejando al menos ocho muertos y más de 50 heridos, entre ellos un niño de seis años.
Durante la noche, más de 300 drones y varios misiles rusos sembraron el terror en Kiev, obligando a cientos de personas a refugiarse bajo tierra.
El ataque, dirigido contra zonas residenciales, contradice las declaraciones previas de Moscú, que insiste en que solo ataca objetivos militares.
Los equipos de rescate continúan trabajando en busca de posibles supervivientes entre los escombros, mientras la población intenta asimilar los efectos de los bombardeos.
Esta ofensiva se produce en plena cuenta atrás del ultimátum de 10 días anunciado por Donald Trump, que amenaza con sanciones económicas a Rusia y a los países que comercien con ella si no se acuerda un alto el fuego.
Fuente: Telemadrid
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