
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que el Gobierno federal tomará el control de la policía de Washington D.C. y activará las tropas de la Guardia Nacional como parte de una campaña para controlar el crimen y «restablecer el orden público» en la capital.
«Invoco oficialmente la sección 740 de la Ley de Autonomía del Distrito de Columbia, y pongo al Departamento de Policía Metropolitana de Washington D. C. bajo control federal directo», dijo el mandatario en una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto a miembros de su gabinete.
Esta clausula de la llamada Home Rule Act, que gobierna la autonomía de Washington desde 1973, otorga al presidente la facultad de asumir el control de emergencia de la Fuerza de Policía Metropolitana en circunstancias específicas.
No obstante, la ley está pensada para dar control federal de la policía local del Distrito de Columbia durante 48 horas en el evento de una emergencia y permite extender hasta un máximo de 30 días ese control, previa notificación al Congreso. Tras un mes, Trump necesitaría que se codifique en ley ese control federal.
En una rueda de prensa desde la Casa Blanca, el presidente declaró una «Emergencia de Seguridad Pública», puso a la Policía Metropolitana del Distrito de Columbia bajo el control de la Fiscal General, Pam Bondi, y nombró de manera interina al director de la Administración de Control de Drogas (DEA), Terry Cole, el comisario del policía de la ciudad.
Trump indicó que dentro de esta «acción histórica para rescatar la capital nacional del crimen, el derramamiento de sangre y el caos», también estará «desplegando a la Guardia Nacional para ayudar a restablecer el orden público y la seguridad» en la urbe, algo que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmó que ya estaba en marcha.
El republicano se basó en unos gráficos que recogen la tasa de asesinatos del año 2024 en los que se ve que Washington – donde se registraron 27,54 por cada 100.000 habitantes – lidera la clasificación y prácticamente dobla a la que le sigue, Bogotá (15,1 por cada 100.000), y aventaja a otras como Ciudad de México, Islamabad, Lima, Ottawa, París o La Habana.
«Es el día de la liberación para Washington D.C.«, insistió, mientras adelantó – sin entrar en detalles- que también acabaría con los campamentos de personas sin hogar y que impondría mano dura a los «delincuenten juveniles que aterrorizan a la capital».
El presidente advirtió de que esta campaña para «liberar» y «embellecer» a Washington solo será el comienzo de una operación a nivel nacional para «retomar el control» de ciudades estadounidenses que, según dijo, están amenazadas por la violencia callejera y los inmigrantes indocumentados.
«No vamos a permitir que eso suceda. No vamos a perder nuestras ciudades por esto. Estamos empezando con fuerza en D.C. y vamos a limpiarla muy rápido, muy rápido, pero esto irá más allá», agregó.
Medios locales ya habían informado de que el Pentágono alistaba unas 800 tropas de la Guardia Nacional ante una inminente de Trump.
La semana pasada, el presidente ya anunció el despliegue de agentes federales en las calles de lo que considera una ciudad plagada de crímenes y que es muy permisiva con los delitos.
Advierte a otras ciudades demócratas
Trump dijo que espera que otras ciudades se «limpien por si solas» y que vean lo que está haciendo en la capital. Posteriormente hizo una alusión directa a las ciudades grandes del país que son gobernadas por el partido demócrata.
«Estoy mirando hacia Nueva York» dijo el presidente y agregó que podría hacer lo mismo en Chicago que, a su criterio, «es un desastre».
Según datos del Departamento de Policía Metropolitana, las pandillas juveniles armadas son responsables de gran parte de la violencia que afecta a la capital estadounidense.
Ante esta situación, se han implementado medidas como toques de queda nocturnos para menores, así como programas de prevención y rehabilitación, en una ciudad con un alto absentismo escolar.