
En esta memorable fecha celebramos los 75 años de la creación del Banco Central de la República Dominicana como el ente emisor de la moneda nacional y responsable de la estabilidad de precios y la regulación del sistema financiero, así como ejecutor de las políticas monetaria, cambiaria y financiera de la nación, cumpliendo con el mandato de la Constitución de la República. Ocasión muy especial que nos llena de una gran satisfacción al ser partícipes de su extraordinaria trayectoria, que ha hecho a esta institución merecedora del reconocimiento nacional e internacional por sus altos estándares de calidad en el desempeño de sus funciones.
Al tiempo que conmemoramos el septuagésimo quinto aniversario del Banco Central, también se hace propicia la oportunidad para dar gracias a Dios todopoderoso y misericordioso por los forjadores de esta institución que hoy ya no están con nosotros, así como por la vida de los aquí presentes y las bendiciones con las que nos ha colmado.
Igualmente, nuestro agradecimiento al excelentísimo señor presidente de la República, Luis Abinader, quien por segunda ocasión ha depositado su confianza en nuestro trabajo, al ratificar a quien les habla como gobernador en uno de los momentos más difíciles para la economía dominicana y mundial, respetando la autonomía del Banco Central y su total independencia para el diseño de políticas monetarias, cambiarias y financieras. Me honra estar desempeñando este cargo por 24 años, es decir, prácticamente una tercera parte de la vida institucional del Banco Central.
Nuestro más sincero agradecimiento también a los honorables miembros de la Junta Monetaria, quienes han jugado un rol crucial en el fortalecimiento y mejora continua de las políticas que enmarcan el accionar del Banco Central. Especialmente, quiero destacar el apoyo brindado ante las medidas adoptadas durante el manejo de las crisis que hemos enfrentado en el periodo de los últimos dos años.
Amigos y amigas, ciertamente tenemos muchas razones para sentirnos orgullosos de los éxitos alcanzados y por los cuales hemos sido objeto de reconocimientos recientes, destacándose el otorgado por el Senado de la República a mi persona por los grandes aportes a favor del desarrollo económico de la nación y la investidura como Doctor Honoris Causa en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad APEC, la cual constituye la más alta distinción en el ámbito académico que un profesional de la economía puede obtener para exaltar los logros de vida y contribuciones al bienestar de la sociedad, distinciones que he recibido con regocijo y por supuesto con la mayor humildad.
Les hablo en plural, porque los éxitos y logros alcanzados no hubiesen sido posibles sin la entrega al trabajo y el más alto apego a los estándares de excelencia y demás valores institucionales del personal de este Banco Central, tanto de los funcionarios que me acompañan en el día a día, como de todo el personal técnico y administrativo, incluyendo al más sencillo colaborador, cuyas labores resultan esenciales para el eficiente desempeño de la institución.
Permítanme ahora, mis amigos, en cumplimiento con el compromiso de comunicación, transparencia y rendición de cuentas del Banco Central, compartir con ustedes algunas reflexiones sobre la conducción de la política monetaria, así como las primicias sobre el comportamiento de la economía en el período enero-septiembre 2022 y las perspectivas para el cierre de año.
Como es del conocimiento de todos ustedes, el entorno internacional ha estado impactado desde el 2020 por significativos choques sucesivos, como la pandemia del COVID-19 y sus secuelas; a saber, disrupciones en las cadenas de suministros, aumento de los precios externos de las materias primas (commodities), incluyendo el petróleo y el incremento en los costos de transporte de los contenedores. Y más recientemente, agravado por la incertidumbre asociada al conflicto bélico Rusia-Ucrania. Estos dos fenómenos se han constituido en una especie de tormenta perfecta, como figurativamente he expresado en más de una ocasión.
Política monetaria, crecimiento e inflación
Inicialmente, las políticas implementadas para enfrentar la pandemia y sus secuelas evitaron un colapso de la economía que hubiese sido mucho mayor a la caída de -6.7 % del producto interno bruto (PIB) real en 2020. Como recordarán, ante este escenario, el Banco Central actuó de forma proactiva con el apoyo de la Junta Monetaria, reduciendo la tasa de política monetaria (TPM) a su mínimo histórico de 3.00 %, canalizando a las empresas y los hogares, a través de las entidades de intermediación financiera, recursos ascendentes a más de RD$215,000 millones (en torno a 5.0 % del PIB) para nuevos préstamos y refinanciamientos que fueron otorgados a un plazo promedio de tres años y a una tasa de interés no mayor al 8.0 % anual. De manera simultánea, el Gobierno brindó apoyo directo a los trabajadores tanto formales como informales y a los hogares mediante los diferentes programas sociales que se pusieron en marcha.
Como resultado de la acertada combinación de políticas monetaria y fiscal, la economía pudo recuperarse más rápido de lo previsto demostrando su capacidad de resiliencia y el impulso que representa el sector privado, cuya contribución promedio explica aproximadamente el 85 % del crecimiento de la economía. En este tenor, al cierre de 2021 se alcanzó una expansión interanual del PIB real de 12.3 % de acuerdo al comportamiento del valor agregado de las diferentes actividades económicas que componen este indicador. Asimismo, si se compara el índice de volumen de producción de 2021 con el de 2019, arroja un crecimiento real de 4.7 %, todo lo cual explicamos de manera detallada al país con gran sentido de responsabilidad.
Una vez logrado este notable desempeño de la economía dominicana, que resultó ser mejor al de la mayoría de los países de la región, y ante el alza de las presiones inflacionarias globales de magnitudes no observadas en algunas economías avanzadas en los últimos 40 años, el Banco Central inició un proceso gradual de restricción monetaria a finales del año 2021, con el propósito de evitar un sobrecalentamiento de la economía y una potencial salida de capitales, anticipándose a los incrementos en las tasas de interés que comenzarían a verificarse posteriormente en 2022 en las economías más grandes.
En ese sentido, se ha incrementado la tasa de política monetaria del Banco Central en 525 puntos básicos, pasando de 3.0 % en noviembre de 2021 a 8.25 % en la actualidad. Adicionalmente, se ha reducido el excedente de liquidez del sistema financiero a través de operaciones de mercado abierto y del retorno gradual de los recursos que habían sido otorgados durante la pandemia.
Estas medidas de corte restrictivo para moderar la inflación, pudieran merecer las críticas de algunos. No obstante, vale la pena reseñar al destacado economista Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal y uno de los recién laureados con el Premio Nobel de Economía 2022, en su libro ‘El Coraje de Actuar’, cito: ‘Tomar decisiones políticamente impopulares para el beneficio a largo plazo del país es la razón por la cual la Reserva Federal existe como un banco central políticamente independiente. Fue creado precisamente con este propósito: hacer lo que se debe hacer, lo que otros no pueden o no quieren hacer’.
Actualmente, podemos afirmar que la postura expansiva de la política monetaria se ha revertido. En efecto, los incrementos realizados en la TPM, junto a la reducción de las expectativas de inflación, han provocado que la tasa de interés real interbancaria se encuentre aproximadamente un punto porcentual por encima de su nivel neutral estimado.
De igual modo, las tasas de interés del mercado han aumentado a la vez que se ha observado una desaceleración del ritmo de expansión de los agregados monetarios, lo que ha contribuido a un aterrizaje suave del desempeño de la economía dominicana. En efecto, el medio circulante (M1) ha moderado su crecimiento interanual de un máximo de 33 % en 2021 a expandirse en torno a 10 % al cierre de septiembre de 2022. No obstante, el crédito al sector privado en moneda nacional se mantiene creciendo por encima del 14 % interanual a septiembre, reflejando el impulso de la demanda interna y el sano dinamismo de los sectores productivos.
Cabe señalar que la lucha de la política monetaria contra la inflación se ha materializado en coordinación con la política fiscal del Gobierno del presidente Luis Abinader, principalmente con la implementación de subsidios a los combustibles y a la tarifa eléctrica, así como a las iniciativas para bajar los costos de producción en la agropecuaria.
La efectividad de estas medidas se ha reflejado en la trayectoria descendente registrada por la inflación interanual en los últimos meses, al ubicarse en 8.63 % en septiembre para una reducción de 100 puntos básicos con respecto al máximo de 9.64 % alcanzado en el mes de abril del presente año. Este comportamiento reciente es una señal de que se transita por el camino de lograr la convergencia de la inflación al rango meta de 4 % ± 1 % durante el primer semestre de 2023.
En efecto, la inflación registró 0.29 % en el mes de septiembre de 2022, luego del 0.21 % del mes de agosto, variaciones que reflejan una importante moderación con respecto a los 26 meses anteriores en los que la inflación mensual promedió 0.78 %.
Quisiera destacar además que, al analizar los datos de 18 economías de América Latina, se evidencia que la tasa de inflación interanual de la República Dominicana es inferior a la de once países de la región. Esto quiere decir que sólo seis países reportan una inflación interanual por debajo de la dominicana, de los cuales tres son de economías dolarizadas (Panamá, Ecuador y El Salvador).
No me cabe la menor duda de que las decisiones de políticas económicas tomadas en la República Dominicana, tanto monetarias como fiscales, han sido oportunas y prudentes en el marco de los acontecimientos y circunstancias antes descritos. En efecto, el destacado economista y profesor de la Universidad de Columbia, Xavier Sala-i-Martin, calificó recientemente en una comparecencia en el país que las medidas adoptadas por el Banco Central fueron correctas y oportunas, en el contexto de la lucha contra la inflación.
Resultados preliminares de la economía enero-septiembre 2022
En cuanto a los resultados preliminares de la economía correspondientes al cierre del mes de septiembre de 2022, me complace compartirles la primicia de que el indicador mensual de actividad económica (IMAE) registró una variación interanual de 4.8 % en el mes de septiembre, para un crecimiento acumulado del Producto Interno Bruto real de 5.4 % en enero-septiembre de 2022 con respecto a igual periodo del año anterior.
Al analizar en detalle el comportamiento sectorial del PIB en enero-septiembre de 2022, se destaca la notable incidencia de los servicios en su conjunto, que constituyen aproximadamente el 60.0 % del total de la economía y presentan una variación interanual acumulada de 7.2 %. Entre las actividades que lo componen, vale resaltar hoteles, bares y restaurantes (28.9 %), salud (11.7 %), otras actividades de servicios (9.1 %), administración pública (7.8 %), transporte y almacenamiento (7.0 %), comercio (6.6 %) y servicios financieros (5.7 %). Respecto a las industrias, la actividad de zonas francas creció 6.6 %, manufactura local 4.3 % y construcción 2.2 %; mientras la agropecuaria, creció 3.8 % en enero-septiembre 2022.
La actividad hoteles, bares y restaurantes ha sido la de mayor incidencia en el desempeño del PIB en los primeros nueve meses del año 2022, explicando aproximadamente la tercera parte de la expansión total del mismo en el referido período, al exhibir una variación relativa de 28.9 % en términos de valor agregado real. El presente año ha sido extraordinario para el sector turístico en la República Dominicana, superándose las expectativas de recuperación tras el reto que ha significado la pandemia del COVID-19 y el conflicto bélico Rusia-Ucrania para el turismo internacional.
En efecto, se han registrado flujos sin precedentes en la llegada de pasajeros no residentes, acumulando 5.3 millones de visitantes en nueve meses, de acuerdo a los datos anunciados por el ministro de Turismo, David Collado, es decir, 6.5 % y 6.9 % más visitantes no residentes que en 2018 y 2019, respectivamente. Lo anterior revela que, a pesar de las adversidades que ha enfrentado la industria turística a nivel mundial ante la actual coyuntura internacional, la República Dominicana se mantiene como el destino líder en términos de llegada de turistas en la región del Caribe Insular y Centroamérica. Estos son, sin duda alguna, logros dignos de resaltar dado el impulso que representa el turismo para la actividad productiva nacional y la generación de divisas.
Por otro lado, el incremento en los volúmenes de producción local de bienes y de las importaciones comercializables continúan incidiendo positivamente en el desempeño de las actividades de comercio y transporte, las cuales exhiben tasas interanuales de 6.6 % y 7.0 %, respectivamente en enero-septiembre de 2022. El resultado de estos sectores está asociado a su vez al incremento verificado en los servicios de apoyo logístico de almacenamiento y distribución.
Adicionalmente, la manufactura de zonas francas ha sido una actividad clave para la recuperación económica, impulsando el encadenamiento productivo nacional y la expansión de las exportaciones. Particularmente en términos de valor agregado real, el mismo registró un crecimiento interanual de 6.6 % en el presente año, cónsono con el incremento de 11.7 % en las exportaciones de este sector. En lo que respecta a la manufactura local, se observa una variación acumulada de 4.3 % explicada principalmente por el aumento en los volúmenes de producción de las industrias de fabricación de metales comunes, de productos minerales no metálicos, elaboración de bebidas alcohólicas, no alcohólicas y derivados del tabaco, de otros productos alimenticios y de sustancias y productos químicos.
En cuanto a la agropecuaria, esta actividad económica acumuló un incremento interanual de 3.8 % al cierre de los primeros nueve meses de 2022. La misma ha sido impactada por los altos costos de las materias primas importadas, por lo que las medidas implementadas por el Gobierno como el subsidio temporal para la importación a tasa cero de algunos insumos requeridos en el proceso productivo, así como las facilidades de crédito a pequeños y medianos productores agropecuarios, han contribuido a su desempeño positivo.
En lo que respecta al mercado laboral, los principales indicadores continúan evidenciando una trayectoria de recuperación. En este sentido, conforme los resultados de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) correspondientes al tercer trimestre de 2022, la tasa de desocupación abierta, que comprende a los desocupados que están buscando activamente trabajo, ha experimentado una reducción de 3.2 puntos porcentuales, desde el 8.0 % registrado en enero-marzo de 2021 a 4.8 % en julio-septiembre de 2022.
En lo referente a la política fiscal, se destacan las mayores recaudaciones con relación a lo estimado inicialmente por la Dirección General de Impuestos Internos y la Dirección General de Aduanas, que han estado realizando una excelente labor. Esta mejoría en los ingresos fiscales ha otorgado el espacio necesario para aplicar subsidios orientados a mitigar el impacto de los mayores precios de las materias primas sobre la producción nacional y los hogares; así como para la asistencia a las provincias afectadas por el reciente paso del huracán Fiona, la cual ha sido estimada por el Gobierno que requerirá una inversión en reparaciones de más de RD$20,000 millones.
En otro orden, los indicadores del sector externo mantuvieron una evolución favorable durante el período enero-septiembre de 2022. De acuerdo con cifras preliminares, durante los primeros nueve meses de este año las exportaciones totales ascendieron a US$10,543.3 millones, creciendo un 14.2 % de manera interanual. Dentro de las exportaciones, las correspondientes al sector de zonas francas siguen mostrando cifras récord en lo que va de año, acercándose a unos US$6,000 millones, para un aumento de 11.7 % con respecto al 2021. El potencial de expansión de zonas francas resulta evidente en la alta demanda de nuevas empresas para radicarse en el país, lo que sustenta el continuo flujo de inversiones hacia este sector.
Es importante destacar también el desarrollo positivo de las demás actividades generadoras de divisas, como el turismo, sector que se ha recuperado más rápido de lo esperado con una llegada de 5.3 millones de visitantes no residentes, registrando ingresos por US$6,341.9 millones en enero-septiembre, y exhibiendo un incremento de 65.7 % con respecto a igual periodo de 2021. De igual forma, las remesas alcanzaron US$7,309.4 millones en los primeros nueve meses de 2022, reflejando la solidaridad de la diáspora dominicana.
Asimismo, en este período se recibieron flujos del orden de los US$2,870.4 millones por concepto de inversión extranjera directa, aumentando en 19.1 % respecto al mismo período de 2021, lo que reitera la confianza de los inversionistas internacionales en la estabilidad de la economía dominicana con reglas claras y transparentes, un clima de paz social, además del encomiable trabajo que ha venido realizando el Gabinete de Promoción de Inversiones del país.
Estos mayores ingresos de divisas han favorecido la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una apreciación acumulada de la moneda local de 7 % al cierre de septiembre, siendo la segunda de mayor magnitud después de Uruguay que ha registrado un 7.1 %. En adición, han contribuido al fortalecimiento de las reservas internacionales hasta ubicarse cercanas a US$14,000 millones, equivalentes a 12.3 % del PIB y 5.7 meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Respecto al comportamiento del sistema financiero consolidado, al cierre de septiembre de 2022, los indicadores demuestran su fortaleza patrimonial, sustentada en adecuados niveles de solvencia, rentabilidad y bajos niveles de morosidad. En ese orden, la posición de solvencia alcanzó 16.0 % a julio de 2022, de acuerdo a la más reciente información publicada por la Superintendencia de Bancos, lo que evidencia el cumplimiento con holgura del requerimiento mínimo de 10%, exigido por las disposiciones legales vigentes. En cuanto al indicador de rentabilidad sobre el patrimonio (ROE), éste fue de 22.7 % y sobre activos promedio (ROA) de 2.6 %. Cabe destacar que el coeficiente de morosidad se situó en apenas un 1.0 %.
En el caso de la banca múltiple, la cual representa el 88.4 % del sistema financiero nacional por sus niveles de activos, presentó una solvencia de 14.6 %, rentabilidad sobre el patrimonio de 25.3 %, sobre sus activos 2.6 % y un coeficiente de morosidad de 0.9 %.
Logros institucionales
En el ámbito institucional, me complace sobremanera enfatizar que esta institución en el transcurso de sus 75 años de existencia siempre se ha mantenido a la vanguardia de los últimos avances tecnológicos. En ese sentido me permito compartir brevemente con ustedes, tres iniciativas de significativo valor para el Banco Central. La primera, es nuestro centro de ciberseguridad, que en su segundo año de operaciones sigue contribuyendo a apoyar en la mitigación de los efectos y la propagación de posibles eventos de ciberseguridad en el sistema financiero y de pagos, que a su vez pudiesen devenir en un riesgo sistémico o reputacional. Este centro es un gran logro por el que hemos recibido el reconocimiento local e internacional.
En ese mismo orden, como bien saben, en junio pasado publicamos la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera, incorporando la tecnología para construir un ecosistema de pagos al que todos los ciudadanos puedan acceder, apoyada en un uso intensivo de medios digitales complementado con educación financiera personalizada.
Finalmente, este año inauguramos el Hub de Innovación Financiera, con el respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con el concurso de las superintendencias de Bancos, del Mercado de Valores, de Seguros y de Pensiones. Este Hub permitirá potenciar las iniciativas privadas en esta materia, fomentando su factibilidad y sostenibilidad.
Amigos presentes, mis palabras estarían incompletas si no menciono los aportes de nuestra institución al arte y la cultura en sus distintas manifestaciones. En ese sentido, contamos con una de las bibliotecas especializadas mejor equipadas del país y con espacios orientados a la promoción de actividades culturales y académicas. Asimismo, se destaca la colección de publicaciones editadas por el Banco Central, que ha aportado a la sociedad más de 250 obras en sus distintas series: arte y literatura; ciencias sociales y económicas; numismática y filatélica; música de compositores dominicanos; y diversas obras premiadas.
Además, en lo social, contamos con un voluntariado formado por el propio personal dedicado a contribuir con soluciones a problemas que afectan a los sectores más vulnerables de la población.
Perspectivas y reflexiones finales
Amigos todos, tomando en consideración el impulso que ha mantenido la actividad económica durante los primeros nueve meses del año, el sistema de pronósticos del Banco Central indica que el crecimiento PIB real se ubicaría en el rango de 5.0 %-5.5 % para el año 2022, es decir, en torno al ritmo potencial de la economía. Igualmente, organismos internacionales como el FMI y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) mantienen una perspectiva positiva para la economía dominicana, proyectando una expansión superior a 5.0 % para el país en 2022.
Con respecto al PIB nominal, se espera que el mismo alcance unos US$112,000 millones al cierre de 2022, lo cual, junto al manejo prudente de las finanzas públicas por el Ministerio de Hacienda y la estabilidad cambiaria observada durante el presente año, han sido elementos determinantes para que la deuda del sector público consolidado como proporción del PIB se ubique por debajo de 60 % al finalizar el año, reduciéndose respecto a los niveles registrados en años recientes. Cabe destacar, además, que el manejo eficiente de pasivos por dicho ministerio ha contribuido a reducir el servicio de la deuda y mejorar su sostenibilidad en el tiempo.
En cuanto a la evolución de los precios internos, cónsono con las condiciones de liquidez en un escenario activo de política monetaria y el mantenimiento de los subsidios a los combustibles y la energía eléctrica en lo que resta del año, se espera que la inflación termine el 2022 en torno a 7.0 % y la misma continuaría reduciéndose en términos interanuales en los meses sucesivos para converger al rango meta de 4.0 %± 1.0 % en la primera mitad de 2023.
Como afirmé durante mi participación en las recién finalizadas Reuniones Anuales de 2022 del FMI y el Banco Mundial en Washington, DC, los bancos centrales deben permanecer enfocados en controlar la inflación, ya que, sin estabilidad de precios, los beneficios del crecimiento están en riesgo de ser eliminados, generando un impacto social negativo, sobre todo para la población más vulnerable.
Asimismo, las previsiones para el sector externo apuntan a que los flujos de inversión extranjera directa alcanzarían los US$3,800 millones al cierre de 2022. De igual forma, se pronostica que este año cerraría con exportaciones totales superiores a los US$14,000 millones, un máximo histórico; remesas cercanas a los US$10,000 millones e ingresos por turismo por encima de US$8,500 millones. Todo esto, sumado a los ingresos por otros servicios, estimados en unos US$3,000 conllevaría a finalizar el año con ingresos de divisas superiores a los US$39,300 millones, una cifra récord.
Un aspecto relevante a resaltar es que los fuertes fundamentos macroeconómicos del país son destacados por los economistas, inversionistas y analistas financieros a la hora de realizar sus pronósticos para el desempeño del próximo año 2023. A manera de ejemplo, el Bank of America, en el marco de las referidas reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Washington, reiteró en su informe ‘Perspectivas para las economías emergentes’ que la República Dominicana será de las economías de mayor crecimiento de la región para 2023, ante la desafiante coyuntura internacional.
De igual forma, Moisés Naím, exdirector ejecutivo del Banco Mundial, indicó recientemente en nuestro país que la ‘República Dominicana está entre los países que no tendrán recesión’ y que se encuentra en ‘buenas condiciones para salir airoso’ en el escenario adverso que se proyecta para el año entrante.
Finalmente, estimada familia bancentraliana, estos últimos años han sido de los más difíciles para la humanidad, pero indudablemente han servido para acumular una experiencia invaluable en lo que respecta al manejo coordinado de crisis y que puede ser un insumo muy valioso de cara al futuro para trabajar con el mismo ahínco y afrontar integralmente los retos que como nación tenemos por delante.
Apoyado en la resiliencia que la economía dominicana ha demostrado en los momentos desafiantes, como fiel abanderado del optimismo, me siento confiado de que a través de un esfuerzo mancomunado entre el sector público y privado, donde el primero ha puesto de manifiesto la aplicación de medidas oportunas para solventar los momentos de mayor calamidad en los sectores económicos y de la población más vulnerable, y el segundo ha sabido adaptarse a la realidad de los tiempos, manteniendo encendida la maquinaria de producción y generación de empleos, continuaremos el camino de la estabilidad y el crecimiento económico.
De nuestra parte, tengan la certeza de que el Banco Central continuará realizando su labor como ente emisor, de velar por la estabilidad de precios y garantizar la regulación del sistema financiero y de pagos para cumplir con cabalidad nuestro lema aniversario de trabajar por “una estabilidad que se siente”.
¡Que Dios los bendiga a todos, hoy, mañana y siempre! Muchas gracias.