
«Nuestras narrativas van más allá del narcotráfico»
El director argentino habla sobre los dilemas creativos de adaptar la obra cumbre de Gabriel García Márquez sin perder su esencia literaria.
El desafío de adaptar una de las obras más emblemáticas de la literatura latinoamericana no es tarea menor.
Alejandro «Alex» García, director argentino con una trayectoria internacional en producciones como Fear the Walking Dead, Luke Cage, The Witcher y The Acolyte, asumió la titánica labor de llevar Cien años de soledad a la pantalla en una ambiciosa serie de 16 horas producida por Netflix y grabada en Colombia.
- Desde el inicio, el proyecto generó enormes expectativas. ¿Cómo trasladar el universo mágico, denso y profundamente simbólico de Macondo al lenguaje audiovisual? ¿Cómo rendir homenaje a Gabriel García Márquez sin traicionar la esencia de su obra? A pesar de las dudas, la serie ha sido recibida con entusiasmo.
Con él conversamos en España, donde habló sobre los retos de la adaptación, el impacto de la serie, el proceso creativo junto al elenco y compartió sus reflexiones del futuro de la industria latinoamericana, incluyendo la dominicana.
—Cien años de soledad ha sido un proyecto de gran envergadura. ¿Cómo se siente al ver que la serie está siendo reconocida no solo en América Latina, sino también en otras regiones como Europa y países de habla no hispana?
Me siento muy orgulloso y muy contento. En esta industria uno dedica mucho tiempo y esfuerzo a los proyectos. En este caso, comencé a trabajar en la serie durante la pandemia. Han sido años de mucho trabajo, sudor, pasión y dedicación.
Al final, uno siente que la obra es como un hijo propio. Luego, cuando se estrena en una plataforma, deja de pertenecerte.
Y en ese momento aparece el temor: ¿cómo la recibirá el público?, ¿qué dirán los críticos? Pero en este caso, la respuesta ha sido maravillosa, tanto por parte del público como de la crítica.
Creo que se percibió el respeto, la dedicación y el esfuerzo que pusimos en rendir homenaje a la obra de García Márquez.
—Adaptar una obra tan emblemática y conocida como esta representa un reto único. ¿Cuál fue el mayor desafío a la hora de trasladar la novela al lenguaje audiovisual?
El mayor reto fue encontrar el equilibrio entre la fidelidad al libro y las exigencias del formato audiovisual. Desde el inicio sentimos una gran responsabilidad, tanto los guionistas como el resto del equipo.
El miedo nos impulsó a esforzarnos al máximo. Aunque fuimos muy fieles al texto original, también entendimos que el lenguaje audiovisual requiere ciertas adaptaciones.
Los principales cambios fueron estructurales: organizamos la narrativa de forma más lógica y coherente para la pantalla. Además, debimos tomar decisiones sobre qué personajes desarrollar más, cuáles reducir, y cómo editar un libro tan complejo en una serie de 16 horas.
Aun así, el libro fue nuestra guía constante. Siempre que surgía una duda, volvíamos a sus páginas.
—¿Considera que esta serie puede abrir el camino a nuevas adaptaciones de obras literarias latinoamericanas?
Sin duda. Cien años de soledad me cambió profundamente, tanto a nivel personal como profesional. Me siento muy motivado a seguir contando historias auténticas de América Latina, con ambición, calidad y respeto.
Tenemos una enorme riqueza literaria y cultural que merece ser compartida con el mundo. Creo que es momento de demostrar que nuestras narrativas van mucho más allá de los temas recurrentes como el narcotráfico o las dictaduras. Podemos ofrecer propuestas innovadoras, profundas y entretenidas.
—Uno de los aspectos más valorados de la serie ha sido su profundidad emocional. ¿Cómo trabajó con el elenco para lograr interpretaciones tan cercanas y sinceras?
Fue un trabajo muy colaborativo. Hablamos mucho con los actores para que cada emoción, cada reacción, surgiera de un lugar real, auténtico. Aunque hay elementos de realismo mágico, la base emocional tenía que ser verdadera.
Analizamos cada personaje con profundidad: ¿por qué Amaranta se comporta así con Rebeca?, ¿por qué Arcadio se convierte en dictador?, ¿qué motiva a Aureliano? Cada uno de esos momentos clave se discutió y exploró a fondo.
«Es hora de contar historias latinoamericanas con ambición y respeto»Alex GarcíaDirector argentino“
En el caso de Aureliano, por ejemplo, cuando se aleja de su hermana o de Arcadio, se produce un vacío interno que lo marca para siempre. Ese tipo de búsqueda fue esencial para transmitir honestidad emocional.
Industria emergente, potencial gigantesco
—En su opinión, ¿cómo pueden los países con industrias cinematográficas emergentes fomentar este tipo de producciones y generar impacto internacional?
Creo que el primer paso es el apoyo, tanto público como privado. Filmar es una actividad costosa, incluso en América Latina, donde puede ser más accesible que en otras regiones, pero igual requiere inversión. Es fundamental contar con incentivos fiscales, subsidios, y políticas culturales activas.
En Europa, por ejemplo, hay una fuerte colaboración entre fondos públicos y empresas privadas para apoyar el cine, y eso genera una industria sostenible.
Colombia es un buen ejemplo en nuestra región: con la llegada de producciones internacionales como Narcos, se creó una infraestructura que hoy forma a nuevos profesionales. Es un proceso de largo plazo, pero con el apoyo adecuado, se pueden lograr grandes resultados.
—Un director dominicano ganó la Berlinale con Pepe, lo que demuestra que el talento en la región sigue creciendo. Después de su experiencia con esta adaptación, ¿hubo algún momento durante la filmación que haya sido especialmente emotivo para usted?
Sí, varios. Uno de los más impactantes fue el nacimiento de José Arcadio en la cueva. Filmamos con una pareja joven y un bebé real de apenas tres semanas, en medio de una cueva, bajo una lluvia intensa.
Había algo casi sobrenatural en el ambiente. Muchos sentimos una presencia especial. Algunos decían que era como si García Márquez estuviera ahí con nosotros.
Otro momento fue la muerte de ese mismo personaje, meses después en la historia. Ver a esa pareja, que había atravesado tanto, despedirse así fue muy conmovedor. Representaba el ciclo completo de la vida. Todos en el equipo estábamos profundamente afectados. Lloramos en el set. Fue una experiencia intensa, emocionalmente agotadora.
Lo que viene: nuevas historias, misma pasión
—¿Qué proyectos tiene en puerta después de Cien años de soledad? ¿Seguirá explorando historias latinoamericanas?
Sí, estoy buscando nuevas historias de la región. Hay una gran cantidad de obras literarias y autores, tanto clásicos como contemporáneos, que merecen ser adaptados. Mi objetivo es seguir contando historias que reflejen la identidad y la riqueza cultural de América Latina, con profundidad y una propuesta visual potente.
¿Está confirmada una segunda temporada de la serie?
Sí, la segunda temporada está confirmada. Yo no formé parte de esta entrega por cuestiones logísticas, pero el proyecto continúa, y estoy seguro de que seguirá sorprendiendo.
—Para cerrar, ¿le gustaría enviar un saludo al público dominicano, que ha seguido muy de cerca esta producción?
Con mucho gusto. Un saludo muy afectuoso a toda la comunidad dominicana. Muchas gracias por ver la primera temporada. Espero que disfruten la segunda tanto como nosotros disfrutamos crearla. Gracias por el apoyo y por seguir apostando por nuestras historias.
Fuente DIARIO LIBRE