
El primer ministro francés, François Bayrou, ha perdido este lunes por 194 votos a favor, 364 en contra y 15 abstenciones la moción de confianza que él mismo había sometido a la Asamblea Nacional. La iniciativa fue rechazada por los votos de la formación ultraderechista Agrupación Nacional y de la mayoría de los partidos de izquierda, lo que precipita el final de un mandato que apenas ha durado nueve meses y que supone un acelerador para la caída del Gobierno francés.
Bayrou deberá presentar oficialmente su dimisión —que se prevé que sea el martes por la mañana, de acuerdo con un comunicado del Elíseo— y se mantendrá al frente del Ejecutivo en funciones hasta que el presidente, Emmanuel Macron, nombre a un sucesor que deberá obtener la confianza de la Cámara, con capacidad para vetar la composición del nuevo Gobierno.
Sin embargo, en esta situación, obtener el apoyo de la Asamblea no es tarea fácil por la fragmentación política del hemiciclo y la política de vetos cruzados entre los partidos. Los nombres que ahora suenan para el palacio de Matignon, la sede de Gobierno francés, van desde el centro-derecha (el ministro de Justicia Gérald Darmanin, el de Defensa Sébastien Lecornu), pasando por perfiles socialdemócratas (el titular de Economía Éric Lombard) y hasta independientes como Jean-Louis Borloo o el propio líder de los socialistas, Olivier Faure.
Con la salida de Bayrou, Francia suma ya cuatro primeros ministros en apenas tres años, reflejo de la inestabilidad política que atraviesa el país desde que en las elecciones de como consecuencia, el control de la Cámara. Tras conocerse los resultados de la votación, Bayrou ha abandonado la Asamblea Nacional sin hacer declaraciones.
Fuente EL CONFIDENCIAL