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Por Eduardo Cornejo De Acosta
Unas breves líneas sobre el panorama internacional de hoy, 10 de septiembre
Empecemos por el brutal acto del gobierno israelí atacando a la delegación de Hamas que asistió a Qatar, para negociaciones de paz con el gobierno de Tel Aviv, auspiciadas por la Casa Blanca.
En ese brutal acto se violó la soberanía de Qatar, se quebró, inclusive, normas elementales de caballerosidad entre dignatarios, embajadores, pero sobre todo, se demostró, una vez más, que no se puede confiar en los gobiernos de Israel y Estados Unidos.
Donald Trump salió horas después a deslindarse, pero igual, no es confiable. Si es verdad que no sabía del ataque, que es posible, significa que no tiene control de su mastín, con lo cual no puede garantizar que se cumpla cualquier acuerdo.
Si lo sabía, no es confiable por mentiroso.
Por cierto, horas previas al ataque israelí contra Irán, en la que el país persa derrotó al gobierno hebreo, en lo que llamaron Guerra de los Doce Días, Washington había convocado a una reunión al gobierno de Teherán para hablar sobre su programa nuclear.
Cosa curiosa, a las pocas horas del bárbaro acto en Qatar, el gobierno polaco denuncia que drones rusos habían atacado su suelo, convocando a la OTAN para aplicar el artículo 4 del bloque.
Rusia niega el incidente y pide pruebas a Polonia. Varsovia no da pruebas.
Eso parece no importar a la mediática tradicional del Occidente Colectivo que pasó a un segundo plano el bárbaro acto israelí y monta el show con la denuncia polaca.
Tampoco hablan sobre la hecatombe social que vive Francia en donde miles de franceses exigen la dimisión de Macron.