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Iscander Santana
Zürich, Suiza
El establecimiento de relaciones diplomáticas entre República Dominicana y China en 2018 fue un movimiento audaz que, en su momento, desató una intensa controversia. Muchos, en especial los opositores al gobierno de entonces, tildaron la decisión de «traición» a la amistad con Taiwán y advirtieron sobre una supuesta amenaza a los intereses de Estados Unidos. Sin embargo, el tiempo ha revelado la verdad de un paso estratégico cuyas consecuencias son un motor visible de desarrollo nacional. Hoy, la evidencia
muestra que fue una jugada de futuro con resultados concretos.
¿Qué Beneficios Ha Traído la Alianza con China?
La República Dominicana no fue ajena al crecimiento de China como potencia global. Tras formalizar la relación, el país ha capitalizado esta alianza a través de inversiones, cooperación tecnológica y un comercio floreciente. En solo ocho meses, se firmaron 18 acuerdos en áreas clave como agricultura, energía, turismo e infraestructura, proyectando inversiones chinas que podrían alcanzar los 10 mil millones de dólares.
Esta cooperación no es solo una promesa. Los beneficios son tangibles:
- Acceso a Mercados Gigantes: Productos dominicanos como el ron, el mango, el aguacate y el café ahora
tienen un mercado potencial de 1,300 millones de consumidores. Se han abierto puertas para el intercambio tecnológico y la capacitación de agricultores, mejorando la competitividad del sector.
- Proyectos de Infraestructura: Se han materializado proyectos de modernización de puertos, energía y sistemas hidráulicos.
- Visibilidad Global: La relación ha aumentado la proyección internacional de la República Dominicana, lo que le permitió obtener, por ejemplo, un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Negar estos avances sería ignorar el fortalecimiento del país. Los críticos que en el pasado satanizaron la decisión, hoy ven cómo sus argumentos se desvanecen frente a la realidad del crecimiento de las
exportaciones, la llegada de nuevas inversiones y la modernización de la infraestructura nacional.
Un Paralelo Histórico: El Caso de Punta Catalina
Esta situación tiene un paralelo notable con el proyecto de la Central Termoeléctrica Punta Catalina. Al igual que la relación con China, la construcción de la central fue blanco de fuertes críticas. Se le acusó de corrupción, de ser una obra inútil y de tener un alto costo social y ambiental. Sin embargo, los años han demostrado que fue una decisión estratégica.
Punta Catalina ha logrado resultados concretos:
- Estabilidad Energética: Genera una parte crucial de la energía del país, reduciendo los apagones y la
dependencia de combustibles costosos.
- Impacto Económico: Ha estabilizado el costo de la electricidad para empresas y hogares. Su operación ha demostrado ser un pilar fundamental para el crecimiento económico de la República Dominicana.
- Mitigación de la Crisis: Ha fortalecido el sistema eléctrico nacional frente a crisis energéticas globales, demostrando que la inversión inicial, aunque controversial, fue una jugada de visión a largo plazo.
De la misma forma que con Punta Catalina, la decisión de establecer relaciones con China fue un paso necesario para el desarrollo. Ambos proyectos, aunque criticados inicialmente, han demostrado ser apuestas visionarias que han traído resultados palpables para
el país y la gente común.