
El ministro de Exteriores polaco había dicho que no podía garantizar que un tribunal no ordenara al Gobierno detener el avión del presidente ruso cuando cruzara su espacio aéreo, con el fin de llevarlo ante La Haya.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha suspendido finalmente la reunión que pensaba mantener en las próximas semanas con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la ciudad de Budapest, con el objetivo de hablar sobre el fin de la guerra de Ucrania. «No quiero una reunión inútil. No quiero perder el tiempo», ha dicho Trump al ser preguntado por periodistas en la Casa Blanca acerca de los motivos del retraso de su encuentro, previsto inicialmente para dentro de unas dos semanas.
El mandatario estadounidense ha puesto así de manifiesto las dificultades para lograr un acercamiento entre Moscú y Kiev. El mandatario estadounidense ha insistido también en que ambas partes deberían replegar tropas simplemente para poner freno a la matanza.
La cancelación de la reunión había sido previamente anunciada por la Casa Blanca, que aseguró que no tendría lugar en un «futuro inmediato» a pesar de que el republicano había adelantando la semana pasada que la cita ocurriría «muy pronto».
«El secretario Rubio y el ministro de Asuntos Exteriores (Serguéi) Lavrov mantuvieron una productiva conversación telefónica. No es necesaria una reunión presencial adicional entre el secretario y el ministro y no hay planes para que el presidente Trump se reúna con el presidente Putin en el futuro inmediato», había declarado un funcionario de la Administración estadounidense en un comunicado.
El encuentro, para el que todavía no se había anunciado fecha concreta, ha sido así finalmente pospuesto tras una conversación de los dos jefes de la diplomacia de Estados Unidos y Rusia en la que supuestamente habían abordado los preparativos de la cumbre. Según la agencia Bloomberg, de hecho, no se han concretado los detalles porque ni Rubio ni Lavrov han llegado a un acuerdo. «Ni siquiera hemos estado cerca de ponernos de acuerdo sobre el momento y el lugar de dicha reunión», ha expresado este martes el viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov.

En la misma línea, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, que este lunes había llegado a asegurar que los preparativos para la cumbre apenas comenzaban, ha sostenido que «no se puede posponer algo que no se ha acordado».
«Han escuchado declaraciones tanto de la parte estadounidense como de la nuestra de que esto podría llevar tiempo. Por lo tanto, inicialmente no se ha establecido un plazo preciso. Lo clave no es el lugar ni el momento, sino cómo procederemos sustancialmente en las tareas acordadas y sobre las cuales se alcanzó un amplio entendimiento en Alaska», ha añadido sobre el anterior encuentro entre ambos líderes del pasado 15 de agosto.
Polonia amenaza con detener a Putin
Antes de que trascendiera la cancelación de la reunión, el ministro de Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, había afirmado que «no podía garantizar» que un tribunal independiente no ordenara al Gobierno detener un avión en el que viaja un acusado de crímenes de guerra con el fin de llevarlo ante la Corte Penal Internacional. Actualmente, el espacio aéreo polaco está cerrado a las aeronaves rusas. Por este motivo, Sikorski sugirió que Putin volase a través de Turquía, Montenegro y Serbia.
Desde Rusia no han tardado en reaccionar ante tales declaraciones. «Los polacos están ahora preparados para cometer atentados terroristas. Escuché al señor Sikorski amenazar con que no se garantizará la seguridad del avión del presidente Putin en el espacio aéreo polaco si se envía a Budapest para la cumbre propuesta con (el presidente de Estados Unidos, Donald) Trump», declaró Lavrov en rueda de prensa.
El jefe de la diplomacia rusa también habló del atentado contra el Nord Stream y acusó a Polonia de justificarlo a través de su órgano de justicia. «Y ahora el ministro de Exteriores afirma que, si el tribunal polaco lo exige, impedirán la libre circulación del avión del líder ruso«, añadió.
El riesgo de detención al que se refirió Sikorski se basa en la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional el 17 de marzo de 2023, la cual se dictó contra el presidente ruso y su comisionada para la infancia, Maria Lvova-Belova. Sobre ambos pesa una acusación de crímenes de guerra y de deportación y desplazamiento ilícito de niños cometidos a partir del 24 de febrero de 2022, fecha en que comenzó la invasión rusa de Ucrania. La orden obliga a los 125 Estados signatarios del Estatuto de Roma (entre ellos, a Polonia), el tratado que creó la CPI, a detener a Putin si entra en su territorio.
Rusia descarta un alto el fuego en Ucrania
Rusia, además, ha descartado este martes un alto el fuego en Ucrania y ha defendido que se deben solventar las causas originales del conflicto antes de sentarse para poner fin a la guerra, en alusión a las aspiraciones de Kiev de ingresar en la OTAN y la defensa de los derechos de los rusoparlantes.
«Lo importante, de todas formas, no es el lugar ni los plazos (de la próxima cumbre), sino cómo vamos a avanzar en lo que fue acordado y sobre lo que se alcanzó un amplio entendimiento en Alaska», ha dicho Lavrov en una rueda de prensa. El titular de Exteriores ruso también ha señalado, entre otras cosas, que un cese de las hostilidades supondría una «contradicción» con lo acordado en Alaska y ha acusado a los europeos de intentar convencer a la Casa Blanca de que cambie de postura.
Trump y Putin habían acordado la reunión en una llamada
Trump, de hecho, había insistido en los últimos días que su intención era verse con su homólogo ruso en las próximas dos semanas en Hungría. De hecho, fue él mismo el mismo que había anunciado en encuentro pactado en una llamada telefónica entre ambos mandatarios. Lo hizo, además,horas antes de recibir al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el pasado viernes en la Casa Blanca. En esa conversación, Trump y Putin pactaron así llevar a cabo un segundo encuentro este año en persona, después de que ya se reunieran el 15 de agosto en Alaska. «Nos reuniremos en un lugar acordado, Budapest, Hungría, para ver si podemos poner fin a esta ‘infame’ guerra entre Rusia y Ucrania», indicó el presidente.
El presidente ucraniano, por su parte, había llegado a expresar asimismo su disposición a reunirse con tanto con Trump como con Putin en Budapest a pesar de considerar al líder ruso como un «terrorista». «Si queremos realmente tener una paz justa y duradera necesitamos a las dos partes de esta tragedia. ¿Cómo se va a llegar a ningún acuerdo sobre nosotros sin nosotros?», argumentaba en una entrevista con la cadena estadounidense ABC grabada el viernes y emitida este domingo. Por eso, al ser preguntado por si intentaría estar en Budapest, Zelenski había explicado que le había llegado a trasladar a Trump que estaba «listo».

«Putin es parecido, aunque más fuerte que Hamás», añadió Zelenski al comentar las posibilidades de que Trump logre un acuerdo en Ucrania como el que ha conseguido para parar la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza. «La guerra es más grande y el Ejército ruso es el segundo más grande del mundo y por eso es necesaria más presión», argumentaba en la citada entrevista.
La postura de Europa sobre la reunión
Sobre esa reunión en Budapest también se había pronunciado la alta representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior y Seguridad, Kaja Kallas, quién había instó este lunes a que el presidente ucraniano se reuniera con su homólogo ruso, pero alertaba de que el agresor no puede lograr sus objetivos en Ucrania. «Es negativo que el agresor consiga lo que quiere, porque eso envía una señal a todos los agresores del mundo de que pueden ir y tomar lo que deseen», dijo Kallas a la prensa a su llegada a un Consejo de ministros de Exteriores de la UE que se celebró este lunes en Luxemburgo.
Fuente: 20 Minutos