
En las últimas semanas, mientras Estados Unidos presiona a Ucrania para aceptar un plan de paz que contiene amplias concesiones a Rusia –especialmente en materia territorial–, el Kremlin no ha parado de informar sobre victorias militares y avances en el frente.
Este lunes, sin ir más lejos, el Ministerio de Defensa ruso informó sobre la «liberación total» de dos barrios en la estratégica ciudad de Pokrovsk –que, según ellos, controlan al 75 %– continuando el avance en una urbe que lleva siendo un tema principal de conversación en la guerra ucraniana varias semanas por su importancia en el Donbás.
Además, los militares rusos también han informado de su avance en la región de Zaporiyia, tomando la localidad de Zatyshshya –situándose a las puertas del bastión de Huliaipole– y, la semana pasada, el propio jefe del Estado Mayor ruso, el general Valeri Guerásimov, anunció la conquista de la ciudad de Kúpiansk, un importante nudo ferroviario en la región de Járkov. Todo victorias importantes en un momento clave en las negociaciones.
Sin embargo, Ucrania niega estos hechos. Horas después de las declaraciones de Guerásimov, el Estado Mayor ucraniano aseguró que Kúpiansk seguía «bajo control de las Fuerzas de Defensa de Ucrania» y tachó la información del Kremlin como «provocaciones informativas baratas». Un par de días después, civiles y militares también afirmaron, en un reportaje difundido por la agencia Efe, que Ucrania seguía resistiendo en Kúpiansk.
«Las cosas son difíciles porque el número de drones rusos que atacan nuestra logística no deja de aumentar. Sin embargo, la situación en Kúpiansk es ahora mejor que hace un mes», enfatizó a Efe el sargento mayor Anatoli Repsh, de un batallón de la 14ª brigada ucraniana.
El estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) también cree que Rusia ha estado exagerando sus avances en el frente para promover la narrativa de una victoria inevitable que empujaría a Ucrania a la mesa de negociaciones. «El Kremlin está intensificando los esfuerzos para engrandecer la actividad militar rusa reciente con el fin de promover que Ucrania entregue territorio en la región de Donetsk que las fuerzas rusas difícilmente podrían tomar sin varios años de campaña» subraya el ISW.
Lo que sí parece claro es que Rusia ha logrado importantes avances en Kúpiansk, especialmente cuando un escuadrón logró infiltrarse en la orilla occidental del río Oskil y penetró en el norte de la urbe, pero Ucrania afirma resistir con varios batallones a los que también les seguiría llegando munición y suministros.
En la guerra, donde además de armas se combate con palabras, ambos países saben que controlar la narrativa es esencial y una importante baza negociadora. Y ahora que el presidente estadounidense, Donald Trump, se ha vuelto a lanzar a por la paz, Rusia intenta llenar de éxitos los medios de comunicación para que un hipotético plan de paz le sea lo más favorable posible.
De hecho, algo así consiguió la semana pasada cuando Estados Unidos entregó a Kiev un borrador para la paz de 28 puntos muy favorable a Moscú, que proponía entregarle a Rusia la región del Donbás o la península de Crimea y congelar la línea del frente en Jersón y Zaporiyia, además de obligar a Ucrania a reducir su Ejército o establecer en su Constitución que no se unirían a la OTAN.
Tras dialogarlo con Francia, Reino Unido y Alemania, Europa ha entregado una contrapropuesta más favorable para los intereses ucranianos, con mayores garantías de seguridad y ningún reconocimiento territorial a favor de Rusia.
El Kremlin, por supuesto, ha rechazado esa contrapropuesta. Hasta para Putin sería difícil vender la narrativa de que se acepta un plan de paz así cuando, a la vez, no para de informar de victorias en el frente militar.
Fuente EL DEBATE







