
Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 12 de diciembre de 1903, el Congreso de España, en el primer gobierno de Antonio Maura, aprobó la Ley del Descanso Dominical para los trabajadores. Anteriormente, el descanso dominical existió por decretos imperiales, como el dictado por el emperador Constantino en el Imperio Romano (321 d.C.).
Muchos países, incluyendo República Dominicana, copiaron la ley española, que constituye un logro para la clase trabajadora. Además, esa ley ha tenido un impacto positivo en muchas actividades, entre ellas: la cultura, los deportes y el turismo.
Termino esta nota con un pensamiento de autor desconocido: “Los domingos, deja que las olas de esperanza laven tus preocupaciones”.







