
Por: Becker Márquez Bautista
Amigo lector, la República Dominicana se encuentra en el ojo del enemigo, sectores mal intencionados de nuestro vecino país de Haití. Enfilan sus cañones cada cierto tiempo contra nosotros y realizan lobbies conjuntamente con algunos conspiradores y traidores de nuestro país y del juramento trinitarios, juramento aquel que nos condujo a la separación del yugo haitiano el 27 de febrero de 1844. Hay sectores en la República Dominicana que desde adentro impulsan una campaña de descrédito a nuestro país y con sus finalidad de atacar y desprestigiar al gobierno que encabeza Luis Abinader como presidente de la república.
Por tal motivo, debemos aunar todos los esfuerzos posibles para mantenernos unidos y juntos defender nuestra patria que por años viene siendo amenazada y chantajeada por sectores que conspiran contra la salud de la misma, debemos unificarnos y apoyar cualquier iniciativa que vaya en defensa de nuestra soberanía, apoyar sin reservas las ejecutorias del gobierno que preside Luis Abinader Corona en materias migratorias.
Para que entendamos y nos hagamos una idea, la migración ilegal parte de la consecuencia del desequilibrio entre la demanda laboral en los países de destino y la capacidad o la voluntad de los gobiernos a establecer los canales legales de migración. Hay empleadores que auspician la inmigración irregular para así no cumplir sus compromisos laborales y de seguridad social, impulsando la negación de los derechos laborales y humanos de dichos inmigrantes.
Corresponde al gobierno dominicano en trabajar en conjunto con las organizaciones de la sociedad para garantizar que la migración pueda tener lugar en condiciones de legalidad, seguridad y dignidad, y que los derechos de los migrantes y sus comunidades puede ser plenamente reconocido, hay que dejar claro, aunque sean un compromiso nuestro en garantizar todo eso. Más no está en nuestras manos la solución del vecino país.
La comunidad internacional tiene que intervenir Haití y ayudarles en el fortalecimiento de sus instituciones, ayudarles a impulsar planes y proyectos que les fortalezca y que sea un país más seguro y desarrollado.
Dominicana tiene una asignatura pendiente y es que tiene que empezar amueblar la casa. Si desde el gobierno se continúa con la vieja práctica del pasado y se insista a una inmigración descontrolada a través de los consulados que se encuentran en el vecino país, vendiendo visados sin un control real y sin una auditoría interna en dichos consulados, pero además, sin una política diplomática definida no vamos nunca a corregir el desorden migratorio y los contrabandos que suscitan en la frontera.
La migración ilegal se da cuando una persona ingresa, o vive en un país del cual no es ciudadano o ciudadana, violando sus leyes y regulaciones de inmigración. Muchos de los migrantes irregulares son trabajadores, pero no todos ingresan en el mercado laboral: hay quienes migra para unirse a miembros de su familia o por razones de estilo de vida que pueden convertirse en irregular, nuestro país cada año invierte unos 12 mil millones de pesos o más en madres parturientas que ingresan de manera ilegal a territorio dominicano a través de nuestras fronteras…
“Dios, Patria y Libertad “