
Relateins
Las lágrimas brotaban de sus ojos fernandeins, con la camiseta de sesenta dólares, con los colores de la gran colombia, grita por qué, por qué. Su amigo carleins, le toma en sus brazos, tranquilizante blin laden que la alegría es momentánea y pasajera.
El llanto es grande que los vecinos cumplían ese objetivo estábamos bien esperando el triunfo al campeón del África, uno a uno se apuntaba cuando el gol de Senegal arruinó la alegría de 28 millones de ecuatorianos.
Fernandeins con su pipa y su botellita mentolada de alcohol estaba a punto de votar el televisor desde el segundo piso. Tranquilidad tranquilidad pedía carleins, ya todo terminó, vendrán los jugadores y empezaremos la formación para el nuevo mundial. A lo mejor Valencia, ya se habrá jubilado
Se apagaron las luces y en el ambiente el olor inconfundible de la medicina tradicional