Cuando sirvas los platos
en la noche caída sobre las aceras frías,
¿de qué amor nos habremos servido nosotros,
ya con las manos congeladas por la espera sin tiempo?
¿Quién será el hombre que encabece la mesa
y corte cuidadosamente la carne
y dé a cada quien su trozo preferido?
¿Quién servirá el vino y dará las gracias por la familia que no existe?
¿Quién hará la oración al dios sordo que se ha ido a Qatar a gritar ¡Goool!
¿Quién pensará, si acaso alguna lo hace, en la soledad
del mismo día, en otra mesa llena de ausencia?
Si todo este silencio busca una palabra que lo quiebre,
¿dónde está tu voz que no lo escucha?
Y si lo escucha, ¿dónde está la promesa del futuro que juramos,
que no es este?
Neo Carmona