
Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 26 de diciembre de 1820, murió, a la edad de 61 años, Joseph Fouché en Trieste, territorio de la antigua Austria. Fue un político francés, considerado el maestro de la simulación y la doblez, fundador del espionaje moderno.
Fouché, gracias a su sagacidad de mantenerse en el poder al precio que sea necesario, sin importar quien gobierne, pasó a la historia como el arquetipo negativo y maquiavélico de un político. Stefan Zweig, en su obra biográfica publicada en 1929, lo bautizó como: “El Genio Tenebroso”.
Termino esta nota con un pensamiento de Rubem Fonseca: “El dinero no compra la elegancia, compra su simulación”.