Por Miguel SOLANO
La violencia no posee madre ideológica, solo tiene apetito emocional. Esa es la sentencia que revolucionará el pensamiento humano de los próximos siglos y que acabará con la estafa ideológica.
Se nos engañaba que los dictadores son criminales porque son defensores de ideologías totalitarias y se incluía a la economía planificada como el germen que pare las dictaduras y los bien armados criminales.
Pero como ahora podemos ver la historia con mayor claridad, descubrimos que los criminales más agudos son aquellos que dicen defender el pensamiento democrático, pues actuando en defensa de la libertad cometen sus atroces crímenes . Los demócratas en Washington, para sólo poner un ejemplo, cargan con el peso de las peores guerras y de los grandes crímenes. Aunque claro, no lo son porque ellos lo han cometidos en defensa de la democracia, de su democracia.
El último ejemplo lo tenemos en Joe Biden, el actual presidente de los Estados Unidos. Desde 1997, cuando pronunció su discurso en el Congreso, ha venido planificando una guerra contra Rusia.. Y siempre, como lo explicó en su discurso, defendió que sería muy fácil : sólo había que utilizar a Ucrania.
Como fuerza de avanzada se envió al hijo : Hunter Biden. El historial era perfecto. Un drogadicto confeso, fácilmente manejable sería aceptado como miembro prominente por la mafia ucraniana. El hombre llegó, vio y penetró . La Cámara, ahora controlada por republicanos, dice que investigará los hechos. Las pruebas podrían ser abundantes, pero en materia de guerras y corrupción armamentista republicanos y demócratas son más aliados que hermanos gemelos.
Lo que nos salva ahora es saber qué «el crimen no posee madre ideológica, solo tiene apetito emocional». Así que basado en esa sentencia ahora entendemos que sin importar la ideología de su agrado, la que defienda y difunda , no se le puede entregar el poder absoluto… Y no lo volveremos a hacer.
Soy demócrata y además soy inteligente y honesto; así que me dedique a trabajar para quitarle a Biden el poder absoluto y ponerle un freno a su apetito emocional.
Me doy las gracias a mí mismo por ese electorado tan inteligente. Las cosas ocurrieron exactamente como las pedimos: que los demócratas controlen el Senado pues son mejores nombrando jueces y funcionarios y que los republicanos controlen la Cámara, para que así, por lo menos, haya que negociar los crímenes y quede claro que el crimen no tiene madre ideológica.