
Por Félix Luna
No perece correcto querer acabar con la hija del profesor acusado de la muerte de la joven Esmeralda. Las redes son muy crueles, no tienen piedad.
Por lo general la falta de piedad ciega la razón. Ella es también una víctima, su padre es responsable de un crimen, del que ella nunca pensaría podía ser posible que su papá fuera capaz de cometer.
Entiendo que no debemos juzgar su juicio, ni sumergirnos en el morbo del caso. Más bien debemos encontrar el camino a la reflexión. Alguien me dijo una vez, que quien no sirve de buen ejemplo, por lo menos sirve para el mal ejemplo.
Que debemos aprender para que no ocurra más casos similares, cual es la enseñanza o la moraleja. La pregunta que les dejo, es ¿Nos entretenemos con el morbo del caso o aprendemos para evitar?