
Donald Trump acusa al Gobierno de EE.UU. de traición por cero gestión de la catástrofe ambiental en Ohio, estado que visitó como preámbulo de su campaña para 2024.
50 de los 150 vagones de la formación del tren de carga de Norfolk Southern (NS) descarrilaron el 3 de febrero cerca del pequeño pueblo de East Palestine, estado de Ohio. Diez de los vagones transportaban materiales peligrosos, incluido cinco llenos de cloruro de vinilo, un material altamente explosivo. Minutos después del descarrilamiento, las llamas envolvieron el lugar.
El incendio se prolongó por tres días y fue tan potente que una columna tóxica fue visible hasta en las imágenes satelitales. El impacto contra el ecosistema podría durar décadas, dicen activistas medioambientales.
El presidente estadounidense, Joe Biden, y el Congreso habían prohibido a los trabajadores ferroviarios hacer una huelga general contra las peligrosas condiciones laborales unos meses antes de producirse la tragedia, inclinándose a los intereses de los grandes empresarios.
Hasta el momento, Biden no ha hecho ni dicho nada. Lo peor es que la vida de cientos de miles de personas está en peligro.
En medio del caos, el magnate inmobiliario Donald Trump, expresidente [2017-2021] y candidato a las primarias por el Partido Republicano para volver a la Casa Blanca en 2024, está sacando partido a la situación. El miércoles, visitó la zona afectada y acusó a Biden de “traición”. “En demasiados casos, su bondad y perseverancia se han encontrado con la indiferencia y la traición”, dijo.
Trump desdeñó la actuación del Gobierno, pero sobre todo la de Biden por viajar a Ucrania en el marco del primer año de la guerra con Rusia, sin antes recorrer la zona del desastre en Estados Unidos. Ojalá “le sobre algo de dinero” cuando vuelva para ayudar a los habitantes [de East Palestine], zanjó.
Es menester mencionar que después de tres semanas del incidente, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, se personará este jueves en el lugar de los hechos.
Trump busca ganar votos en Ohio, intentando borrar de la memoria de los estadounidenses que él aprobó la eliminación de regulaciones sobre seguridad ferroviaria y sustancias químicas peligrosas, puso fin a las auditorías periódicas de seguridad ferroviaria y paralizó una norma pendiente que exigía que los trenes de mercancías tuvieran al menos dos tripulantes.
La industria ferroviaria de carga eliminó el 25 % de su fuerza laboral entre 2017 y 2021, citando mayor eficiencia del sistema PSR, pero los trabajadores restantes están bajo una presión cada vez mayor para completar las inspecciones de seguridad más rápido y con menos frecuencia. Estos trabajadores están literalmente siempre de guardia: se les puede llamar para presentarse a trabajar con un aviso de tan solo cuatro horas antes, en cualquier momento, sin licencia por enfermedad pagada y con un arduo proceso para solicitar licencias.
Fuente: Hispantv