
En nombre del movimiento académico Universidad Para la Sociedad (UNPASO), y especialmente en el mío propio, lamentamos profundamente la muerte del querido maestro, líder político y social; director histórico en varios periodos de la UASD-Recinto San Francisco de Macorís, Rafael Álvarez Castillo.
Rafael fue en vida un hombre de principios e ideales firmes, los cuales defendía con gallardía y determinación. A él nos unía una gran amistad, así como importantes jornadas de lucha y trabajo en favor de la sociedad dominicana, la Universidad Primada de América, la UASD-Recinto San Francisco de Macorís y el pueblo francomacorisano al que amaba con devoción sincera.
Con su muerte, el país y la UASD pierden uno de mejores hijos.
¡Paz a su alma y consuelo para sus hijos, familiares, amigos, colegas y compañeros de lucha!
¡Hasta siempre camarada!
Doctor Jorge Asjana David
Universidad Para la Sociedad (UNPASO)
Hasta siempre amigo Rafael Álvarez Castillo
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.” Bertolt Brecht.
Conocí a Rafael profundamente en el 2011 a través de Mateo Aquino Febrillet. Nos tocó trabajar muchas horas juntos en la elaboración, especialmente, del Reglamento de los Recintos, Centros y Subcentros de la UASD. Y, a su vez, en las sesiones del Honorable Consejo Universitario en las que yo hacía las veces de asistente técnico, por decirlo de alguna manera.
En estas jornadas, y en los momentos más trascendentales de la Universidad, crisis incluidas, Rafael siempre tuvo las posiciones más dignas, valientes y responsables.
En San Francisco, tanto desde la Dirección General del Recinto como fuera de ella, no hubo jamás un mejor anfitrión que él. Y visitarlo en su casa era una locura.
De convicciones tan firmes que se hacía morir por ellas antes que claudicar. Atento, respetuoso, institucional, siempre teniendo los ideales de libertad, lucha y democracia como estandarte. Y, naturalmente, como todo ser humano, y más en el ejercicio del poder, cometió errores. Pero siempre puso en interés de la UASD y el país, sobre todo San Francisco, como su norte.
Hace poco más de un mes estuvimos en su casa. Un “sancocho” espectacular y una conversación aún más espectacular, típico en Rafael.
Pero la muerte, siempre cruel y, como este caso injusta, nos dejó pendiente profundizar sobre la “inhumanización” de nuestros héroes en la historia dominicana. Pues así somos los dominicanos: o tenemos héroes perfectos o mejor no los tenemos.
Recordaré siempre al Rafael que me brindó su amistad, el mayor de los respetos y la distinción. Y que me llamaba a cualquier hora para expresarme sus inquietudes ante tal o cual situación política universitaria.
¡Hasta siempre maestro camarada!
¡Que la tierra te sea leve!
Neo Carmona







