
Por Miguel SOLANO
Finalmente, Milagros Germán, el Ministerio de Cultura, Luis Abinader y el PRM se salieron con la suya.
Pusieron la realización de la Feria Internacional del Libro, en tiempos huracanados, para así poder justificar su suspensión y que todo el dinero invertido se pierda .
Ahora lloramos lágrimas de piedras.
Ni siquiera se les puede decir: ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!