Por Juan López
(Este artículo de opinión y su contenido es de exclusiva responsabilidad del autor)
De acuerdo al calendario electoral, la oficialización de las candidaturas para las elecciones municipales, congresuales y presidenciales del 2024, se realizará mediante diferentes mecanismos los domingos 1ro. y 29 de octubre de 2023. Sin embargo, ya los partidos han identificado varios candidatos uninominales a las alcaldías, direcciones de distritos municipales, senadores y presidenciales.
Aunque en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) compiten por la candidatura presidencial Guido Gómez, Ramón Alburquerque, Delia Josefina Ortiz y Luis Abinader; se da por descontado que el presidente Abinader será candidato a la reelección.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), mediante consulta nacional que realizó, el 16 de octubre de 2022, seleccionó al alcalde Abel Martínez como su candidato presidencial. La Fuerza del Pueblo (FP) tiene de candidato al expresidente Leonel Fernández; mientras que el ing. Miguel Vargas Maldonado fue proclamado candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Por igual, varios partidos pequeños ya han seleccionado sus candidatos presidenciales: Partido Alianza País tiene como candidato al periodista y empresario Franc Rosario. Opción Democrática nominó a la profesora universitaria y periodista Virginia Antares; el ingeniero y pastor evangélico Carlos Peña es el candidato del partido Generación de Servidores y la profesora María Teresa Cabrera es la candidata del Frente Amplio.
Es muy probable que alguno de esos cuatro partidos pequeños lleguen a formar parte de los bloques que se están fraguando alrededor de los tres grandes partidos de oposición (PLD, FP y PRD) y del oficialismo reeleccionista (PRM).
Es vox populi que el PRM está gestionando un bloque reeleccionista con más 18 partidos y movimientos políticos; lo que, junto al posible “uso de recursos del poder”, tendrían un panorama electoral más o menos favorable.
Esa “ventaja” del oficialismo reeleccionista sería vencida, siempre y cuando la “Alianza Opositora Rescate RD” logre consolidarse, superando las nimiedades y obstáculos que ciertos dirigentes están levantando, como consecuencia de los egos, resentimientos personales y miopía política que subestima al PRM y aliados.
En cambio, si se fortalece la Alianza Opositora se vislumbra un panorama que favorecerá a los candidatos de la oposición, creándose una fuerte polarización y dura competencia entre los dos bloques que conducirá, en el peor de los casos, al balotaje de junio de 2024.
Ahora bien, si la Alianza Opositora se mantiene estancada y no es capaz de arribar a los necesarios acuerdos en los más importantes municipios (Gran Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal, San Juan, La Romana, La Vega, etc.) sufrirá una derrota en las elecciones municipales, que repercutirá negativamente en las elecciones congresuales y presidenciales y, por consecuencia, en el futuro e historia del PLD y FP. ¡Ojalá se reflexione sobre este vaticinio!
Reiteramos nuestra reflexión sobre el panorama electoral para 2024: Visualizamos una competitiva polarización entre dos bloques para las elecciones municipales en febrero que impactará en las congresuales y presidenciales de mayo 2024 que, prima fase, favorece al reeleccionismo oficialista (PRM-aliados).
Ese panorama se tornaría muy favorable a la “Alianza Opositora Rescate RD” si obtuvieren exitosos resultados en las elecciones municipales con la ampliación y consolidación de los candidatos municipales de la oposición.
Es evidente que, sociológicamente, la suma compacta y orgánica de varios actores (partidos, líderes, candidatos y activistas) con las mismas estrategias y actividades proselitistas modifican simpatías, cambian actitudes y aumentan la cantidad de votos.
Por lo tanto, si los principales líderes de la “Alianza Opositora Rescate RD” valorizan en su justa dimensión la trascendencia política e histórica del fortalecimiento de la alianza y logran imponerse al pequeño grupo anti-alianza que, todavía insiste con infantiles quisquillas para dificultar el proceso aliancista, es seguro que el panorama y perspectivas de los resultados electorales le serán muy favorables en las elecciones municipales de febrero, que impactarán, positivamente, en las congresuales y presidenciales de mayo de 2024.