
«Es mucho más tiempo de lo que muchos habíamos esperado a principios de este año, pero el lento progreso de la contraofensiva de Ucrania ha moderado nuestras expectativas…”
En una entrevista reciente, el presidente saliente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, se refirió directamente a lograr el objetivo oficial de Kiev de recuperar todo el territorio ucraniano : «Puedo decirles que llevará un tiempo considerable expulsar militarmente a las 200 000 o más tropas rusas de la Ucrania ocupada por Rusia», añadió Milley. “Ese es un listón muy alto. Va a llevar mucho tiempo hacerlo”.
Hace unos días, en una entrevista con un periódico alemán, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también afirmó que la guerra en Ucrania se prolongará durante mucho tiempo.
“La mayoría de las guerras duran más de lo que se espera cuando comienzan. Por lo tanto, debemos prepararnos para una larga guerra en Ucrania”, dijo Stoltenberg.
«Todos deseamos una paz rápida», añadió Stoltenberg. “Pero al mismo tiempo debemos reconocer que si el presidente Zelensky y los ucranianos abandonan la lucha, su país dejará de existir. Si el presidente Putin y Rusia depusieran las armas, tendríamos paz. La forma más fácil de poner fin a esta guerra sería que Putin retirara sus tropas”.
Con este tipo de declaraciones los administradores occidentales están diciendo que el único obstáculo para la paz es que Rusia se niega a irse de Ucrania.
Exigir que Rusia ponga fin a sus agresiones es simplemente exigir que Rusia se rinda y se someta a la OTAN. No es un llamado a la paz, es un llamado a la victoria de Washington y sus aliados.
Stoltenberg reforzó el argumento para prolongar la guerra al afirmar que Ucrania obtendrá la membresía de la OTAN cuando esta guerra termine, lo que en realidad es un mensaje a Moscú que debe ser capaz de anexionarse Ucrania o deberá ser capaz de mantener esta guerra para más de una décadas .
«Ucrania se convertirá en miembro de la OTAN; todos los aliados lo han dejado claro», dijo Stoltenberg, y agregó que Ucrania necesitará la protección de la OTAN cuando termine la guerra, de lo contrario «la historia podría repetirse».
Los medios occidentales transmiten el mismo mensaje. “ Ucrania se enfrenta a una larga guerra. Se necesita un cambio de rumbo”.
Podríamos suponer que se trata de un artículo sobre cómo repensar el respaldo de un conflicto de poder, especialmente después que sus párrafos iniciales reconocen que «El plan no está funcionando» y » Ucrania ha liberado menos del 0,25% del territorio que Rusia ocupaba en junio”
“Tanto Ucrania como sus partidarios occidentales se están dando cuenta que ésta será una guerra de desgaste demoledora. El presidente Volodymyr Zelensky en la visita a Washington de esta semana dijo: «Tengo que estar preparado para una guerra larga”.
«Sin embargo, lamentablemente, Ucrania todavía no está preparada todavía ni tampoco sus socios occidentales. Ambos siguen obsesionados con la contraofensiva. Están equivocados. Se necesita repensar la estrategia militar de Ucrania y cómo se gestiona su economía. En lugar de aspirar a ‘ganar’ y luego reconstruir, el objetivo debería ser garantizar que Ucrania tenga la capacidad para librar una guerra larga y pueda prosperar a pesar de ella”.
La OTAN y quienes fijan su agenda en los medios de comunicación están dejando lo más claro posible que Occidente, hegemonizado por Estados Unidos, se ha encontrado en otra guerra sin fin, otra “guerra de desgaste” caracterizada por una destrucción y sin estrategia de salida, pero una vez más se destina grandes fortunas al complejo industrial militar. La única diferencia es que esta vez viene con la “ventaja añadida”: una amenaza de aniquilación nuclear.
Cuando se trata de la guerra en Ucrania, definitivamente es hora de repensarla, pero no de la manera que la han pensado «los protagonistas» que nos llevaron a este escenario de horror y de peligro para toda la humanidad.
Fuente Rebelion