El líder haitiano Leonard Prophil mencionó que algunos familiares de las víctimas, que residen en Estados Unidos, podría llegar al país para el acto ecuménico.
Por Leysa Caro González
Puerto Rico, Endi.-. Mientras Fermín Montilla, el capitán de la yola que naufragó el jueves cerca de la isla de Desecheo en su destino a Puerto Rico, enfrentaba ayer, lunes, denuncias penales en el foro federal por tráfico de inmigrantes con resultado mortal, miembros de la comunidad haitiana en la isla —junto a familiares de algunas de las víctimas que residen en Estados Unidos— organizan un acto ecuménico para darle sepultura a las 11 mujeres que fallecieron en el trágico viaje.
“Queremos hacer algo bonito, algo bonito. Me han enviado muchas fotos de las jóvenes que han fallecido. Hay una que tenía cuatro hijos pequeños”, dijo en medio de sollozos Leonard Prophil, líder haitiano radicado en Puerto Rico que se ha convertido en refugio y ayuda para los compueblanos que dejen su país natal en busca de una vida digna.
Se estima que en la embarcación viajaban unas 70 personas, 38 de las cuales -36 haitianos y dos dominicanos- fueron rescatadas el jueves por la Guardia Costera, que también logró recuperar 11 cuerpos, todos de mujeres. Ayer, la agencia federal canceló las labores en búsqueda de sobrevivientes.
Entre octubre del año pasado y el presente, la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, en inglés) ha interceptado 1,221 inmigrantes a su arribo a Puerto Rico, una cifra que cuadruplica la registrada entre octubre 2020 y mayo 2021, cuando alcanzó los 269.
Según estadísticas oficiales de la dependencia federal, de los 1,221 extranjeros sin estatus oficial detenidos, 757 son haitianos y 292 dominicanos.
Prophil indicó que, probablemente, a finales de esta semana llegue a la isla el cónsul de Haití en Florida, Stéphane Gilles, para ser parte de la ceremonia en la que confían darle sepultura a los 11 cuerpos que permanecen en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), donde se les practicaron autopsias.
“Estamos organizando algo bien formal, bien bonito, algo digno. Van a venir algunos familiares (de Estados Unidos) para participar. No es necesario llevar los cuerpos allá (a Haití) por la inseguridad que están viviendo”, expresó Prophil. “Es bien dolorosa esta situación y desde que pasó no he dormido para nada”, agregó.
Sostuvo, entre lamentos, que, a pesar de la magnitud de la tragedia que vive la comunidad tras lo ocurrido la semana pasada, los viajes ilegales desde la República Dominicana continuarán.
“No porque ellos fallecieron se va a parar esto. La gente viene por la inseguridad, los secuestros. Por eso, se está perdiendo la vida de mucha gente inocente”, señaló.
Contrario a otros eventos donde no hay fatalidades, hasta ayer en la tarde los sobrevivientes permanecían en la estación de la Patrulla Fronteriza, en Aguadilla.
“Posiblemente, no salgan todavía porque cuando se identifican los capitanes tienen que permanecer allá durante la investigación y hasta que estas personas sean llevadas ante el juez o jueza”, explicó.
Montilla, identificado por las autoridades como el capitán de la embarcación, compareció el viernes ante la magistrada federal Giselle López Soler, para enfrentar cargos por “traer o intentar traer a Estados Unidos de cualquier manera a una persona a un lugar que no está designado como puerto de entrada”.
Si es declarado culpable, el hombre de 43 años y residente de República Dominicana enfrenta una condena de cadena perpetua, una multa o ambas penas, a discreción del tribunal.
Según una declaración jurada del agente especial de investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos Giovanni González, que forma parte de la denuncia criminal, dos haitianos rescatados identificaron a Montilla como el capitán de la embarcación.
El documento judicial añade que el viaje habría partido el pasado martes, a eso de las 10:30 de la noche, de una playa cerca de Boca Yuma y la Caleta en Higüey, República Dominicana. Dos entrevistados por las autoridades federales admitieron haber pagado entre $2,000 y $5,000 por el viaje.
“Debido a la fragilidad de la embarcación, comenzó a llenarse de agua y las condiciones del mar embravecido y el hacinamiento también contribuyeron a que la embarcación zozobrara”, mencionó González.
La declaración jurada apunta, además, a que Montilla ha sido previamente identificado como capitán en otros viajes de contrabando de extranjeros y que estaría siendo investigado por las autoridades de República Dominicana por este tema.
De acuerdo con el expediente del caso, Montilla es representado por la defensora pública federal Jessica Earl. Mientras, el fiscal federal adjunto especial Jordan Martin está a cargo del caso.
El sacerdote Olín Pierre, quien también se ha convertido en el refugio de inmigrantes que arriban a la isla, dijo que fue hasta Aguadilla donde tuvo la oportunidad de asistir a sus compatriotas y verificar si tenían alguna necesidad.
“No hablé con ellos sobre lo que ocurrió. Quería saber cómo están, si estaban comiendo y tenían ropa. Hay gente que ya les había llevado algunas cosas”, indicó. “Es difícil y esto tiene que parar ya”, expresó.
Continuamente, Pierre les ofrece refugio en su parroquia a los hermanos haitianos que llegan a Puerto Rico, cuyo destino final, mayormente, es Estados Unidos.
Fue el jueves pasado, cerca del mediodía, cuando las autoridades marítimas federales detectaron una yola volcada y varias personas a su alrededor. El buque llevaba entre 60 y 75 personas, informó la Guardia Costera.