Un poblado situado en el norte de Burkina Faso sufrió un ataque y, como consecuencia, murieron alrededor de 70 civiles. La mayoría de las víctimas eran niños y ancianos.
El atentado se cometió en el poblado de Zaongo y fue perpetrado por un grupo de criminales aún no identificados. Además de matar a civiles, este grupo incendió y destruyó las propiedades de los residentes de la aldea.
Todavía no hay cifras exactas del número de asesinados, heridos y desaparecidos. Las investigaciones están en curso.
Entre otras cosas, la masacre en el norte de Burkina Faso provocó una reacción de repudio por parte de la Unión Europea. El portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano, hizo una declaración en que llamó a las autoridades burkinesas a “arrojar luz sobre las circunstancias de ese asesinato para determinar quiénes son los culpables”. Además, en nombre de la UE, confirmó su “plena solidaridad con el pueblo de Burkina Faso, que es la primera víctima del empeoramiento continuo de la situación en materia de seguridad en este país”.
Burkina Faso es uno de los países de África Occidental que hace frente al movimiento yihadista que apareció en el Estado vecino de Mali en 2012. Desde entonces, la violencia se ha extendido por la región del Sahel (Burkina Faso, Níger, Chad, Mauritania, Mali) cada vez más. A pesar de las operaciones para combatirlo, el movimiento ha llegado a los países costeros de la región. Las pérdidas registradas a raíz de los enfrentamientos entre los yihadistas y las fuerzas que les hacen frente son siempre enormes. Esta situación también ha conllevado un deterioro de la seguridad en Níger.
Fuente RT