
El clima de terror, instaurado, con total impunidad, desde hace varios años, por bandas fuertemente armadas en Haití, tiene generalmente graves consecuencias para la vida de los población, en particular la de niñas y niños, alertan los ponentes de psicología.
Los actos delictivos, perpetrados contra comunidades de diferentes barrios del área metropolitana de la capital, Puerto Príncipe, afectan en gran medida la salud mental de los niños, quienes forman parte de la categoría de personas más vulnerables de la sociedad debido a su grupo de edad, dicen.
“Los niños están en un período en el que se están desarrollando física, mental y moralmente. Esta evolución requiere un entorno sano y estimulante. Lamentablemente, la situación de terror que prevalece en Haití, donde las familias se ven obligadas a abandonar sus hogares, también afecta directamente a los niños”, explica el estudiante de psicología Burgharth Pierre.
“Los niños enfrentan situaciones terribles, como todos los demás. No tienen suficiente capacidad para expresar con palabras lo que están pasando”.
Aunque comprenden cuánto afecta la situación actual a los niños, pocos padres no explican a sus hijos lo que viven a diario.
Es importante que los padres eviten el castigo corporal a sus hijos cuando observen comportamientos cuestionables en ellos, aconseja.
Los padres y profesores de las escuelas necesitan un buen apoyo psicológico para poder fomentar la resiliencia en los niños, recomienda Burgharth Pierre.
Los niños, los padres, los profesores, todos necesitan apoyo psicológico para poder hacer frente a las consecuencias negativas generadas por la situación de terror en Haití.
“La salud de los niños es una de las prioridades. Cualquier posible cuidado de los niños debe tener en cuenta tres dimensiones: la ambiental, la individual y la biológica”, subraya por su parte el estudiante de psicología Willems Joseph.
Una de las mayores desgracias que afectan a los niños en el territorio nacional, especialmente en el área metropolitana de la capital, Puerto Príncipe, son los actos de terrorismo, que son potencialmente traumáticos para ellos, advierte.
“No podremos cuidar a los niños si los padres y los profesores se ven afectados psicológicamente”, precisa Willems Joseph, pidiendo atención para todos (niños, padres, profesores).
Aboga por un apoyo psicológico inicial en beneficio de la mayoría de la población, en particular de los niños.
“Necesitamos ofrecer actividades recreativas a los niños y ayudarlos a aceptar lo que viven como realidad. Porque lo que viven los niños hoy puede tener consecuencias importantes para el resto de sus vidas”, advierte.
Willems Joseph anima a poner a los niños en situaciones que les ayuden a hablar, relacionarse y decir lo que sienten, con el fin de prevenir una posible depresión.
El estudiante de psicología Burgharth Pierre llama, por su parte, a sensibilizar sobre la importancia del cuidado de los niños y de los profesores en las escuelas.
La sociedad debe empezar a darse cuenta de la importancia de la profesión de psicólogo en la vida de las personas en general, sugiere Burgharth Pierre.
Fuente ALterPresse






