Grúas llegadas de distintas poblaciones trabajan de manera incesante en la retirada de los miles de vehículos cuyos conductores quedaron atrapados el martes por el temporal en las carreteras. Los trabajos de retirada de los vehículos amontonados en los carriles, arcenes y medianas de la V-30, la carretera de circunvalación de la capital y de la V-31 se intensificaron el viernes después de los trabajos de identificación y recuperación de los cuerpos de las víctimas mortales llevados a cabo por el equipo forense y de policía judicial y de la también complicada tarea de encontrar un lugar adecuado, lo suficientemente amplio para acoger a miles de coches en condiciones de seguridad, esto es vigilado y vallado para evitar el pillaje y los robos de las pocas pertenencias y objetos de valor que todavía pudieran encontrarse dentro e incluso piezas de los coches que pudieran ser aprovechables para vender.
Dada la gran cantidad de vehículos que quedaron atrapados en las carreteras y en las calles de las poblaciones arrasadas por el temporal no ha sido fácil encontrar lugares donde depositarlos.
Robo de pertenencias y piezas de los coches
Uno de los principales emplazamientos a los que se están llevando los coches siniestrados es la Zona de Actividad Logística (ZAL) del Puerto de València, en la Punta, donde la Generalitat está llevando los vehículos que se han retirado de la V-30, cuyos carriles ya habrían quedado despejados, y de la V-31, donde también se han empezado a sacar coches, furgonetas y camiones. A la ZAL están llegando de momento los coches que se sacan de las carreteras, no los que se están retirando en pueblos como Paiporta o Benetússer, una labor especialmente complicada dada la gran cantidad de sótanos y garajes privados que hay y donde quedaron atrapados cientos de vehículos, en cuyo interior además no dejan de encontrarse víctimas mortales.
Cubiertos de barro, con las ventanillas rotas por la presión del agua, y en algunos casos aún con objetos personales de sus ocupantes dentro, los vehículos están llegando en un ir y venir continuo de grúas hasta la ZAL, donde se han dispuesto 80.000 metros cuadrados para tal fin.
Registro y recuperación
Uno de los gruistas que trabaja en la operación de retirada de coches es Jorge de Grúas Gabriel Gómez, empresa de Beniparrell, que se ha ofrecido voluntaria para estos trabajos y que lleva ya tres días sacando coches de las carreteras. «Tenemos cuatro vehículos trabajando». «Yo ayer saqué más de 30 coches», explica el conductor quien asegura que «queda mucho trabajo aún».
La policía portuaria se encarga de registrar la entrada de los vehículos tomando nota de matrículas para facilitar la localización de los propietarios aunque no siempre es posible. «Muchos llegan reventados, sin capó o sin la matrícula», explica uno de los agentes que trabaja en el dispositivo de recepción de los coches. Algunos de los vehículos directamente para achatarrar, sin embargo, otros muchos son recuperables. El coste de los vehículos que se han perdido está aún por cifrar pero ya se dan cifras de pérdidas directas de 2.000 millones de euros.
Fuente EL PERIÓDICO