La embarcación San Lorenzo Maersk, de bandera danesa, salió del puerto de Montevideo cargada de contenedores. Luego hizo escalas en los puertos brasileños de Rio Grande, Paranagua y Santos, y finalmente llegó al puerto de Amberes, en Bélgica.
Uno de los contenedores, con el número TRHU-2754689 y una carga de 5230 kilos, había entrado a la Terminal Cuenca del Plata (TCP), procedente de Zonamérica y luego de pasar por los controles de Aduanas. Dentro del contenedor había 22 320 unidades de budines y alfajores de la marca Portezuelo, más de 1000 botellas de vermut y 2.16 toneladas de cocaína.
El contenedor, que había obtenido el canal verde, pasó por el escáner del acceso norte del puerto pero no se detectó el cargamento ilegal.
Los escáneres de Bélgica sí detectaron la carga de cocaína, cuando el contenedor ya había sido descargado en el puerto de Amberes. La noticia de la incautación llegó a Uruguay por una notificación en la Oficina Regional de Enlace de Inteligencia (RILO) de la Dirección Nacional de Aduanas. En simultáneo, se publicó que el cargamento con 2.16 toneladas de cocaína había sido detectado en un contenedor con mercancías que había salido del puerto de Montevideo.
A partir de ese momento, se sumaron a la investigación funcionarios de la Brigada de Narcóticos y de la División de Investigaciones de la Prefectura Nacional Naval (Divin). A nivel judicial, el caso lo tomó la fiscal de Estupefacientes Angelita Romano, subrogante de la doctora Mónica Ferrero, que asumió en la Fiscalía de Corte por la licencia médica de Juan Gómez. Romano estuvo al frente de la investigación durante los días que duró la feria y el caso ahora lo tiene la fiscal Stella Llorente.
Las primeras averiguaciones lograron determinar que la empresa Liderking Sociedad Anónima figuraba como remitente de la carga y la contraparte europea a la que había que notificar el arribo al puerto de Amberes es EFF Logistic BV, una compañía logística con sede en la ciudad de Breda (Países Bajos).
La operación logística estuvo a cargo de Dositar Sociedad Anónima, que figura con una dirección en la calle Mateo Cabral, en la zona de la Unión. Durante la investigación también se constató que los budines y alfajores Portezuelo se habían comprado en el supermercado Tienda Inglesa. Tanto Zonamérica como Tienda Inglesa ya han estado en contacto con los investigadores, según informaron fuentes vinculadas al caso.
Por otra parte, según surge de los documentos, la empresa transportista que llevó el contenedor desde Zonamérica hasta el puerto de Montevideo fue Transpi Limitada, ubicada en la zona de Sayago.
La mercancía ingresó fraccionada a la zona franca y un día después se hizo la declaración de tránsito desde Zonamérica al puerto de Montevideo. Una hipótesis de los investigadores es que el contenedor podría haberse “contaminado” en ese período.
La empresa precintadora fue Edelar Sociedad Anónima (razón social de Blocktracker), que hace unos meses estuvo en el centro de la polémica a raíz de un pedido de informes que hicieron senadores de la oposición por su llamativa expansión en el mercado.
Desde Terminal Cuenca del Plata, perteneciente en un 80% a la empresa belga Katoen Natie y 20% a la Administración Nacional de Puertos, se respondió que los controles de los contenedores que ingresan a la terminal dependen exclusivamente de Aduanas.
Fuente La Diaria