8 de diciembre
Las enseñanzas budistas se expusieron para la felicidad de todas las personas, no admiten ninguna discriminación basada en el género, la raza, la educación o la clase social. De hecho, el budismo surgió precisamente para que los oprimidos y marginados, los marcados por el sufrimiento, accedieran a una felicidad suprema.
—Daisaku Ikeda