9 de diciembre
Debemos considerar los percances menores como avisos de posibles accidentes mayores. Si los vemos como recordatorios de que debemos estar atentos y rectificamos nuestra actitud hacia la seguridad, revisando completamente y teniendo en cuenta todos los escenarios posibles, podemos evitar que se produzcan contingencias y fallos graves. Los incidentes menores pueden convertirse en un catalizador positivo si los tomamos en serio y los utilizamos como oportunidades para renovar nuestra determinación.
—Daisaku Ikeda