2 de febrero
Desde el momento en que perdemos el deseo de aprender y de mejorar, nos volvemos apáticos y autocomplacientes. En ese estado, vamos cuesta abajo y nos vemos derrotados. Solo a través de nuestro continuo desafío de avanzar y salir adelante, podemos disfrutar el dinamismo de la existencia y el sabor de la auténtica victoria.
—Daisaku Ikeda