El ministro Limber Cruz dice que ese sector tiene un espacio limitado, diferente a otros
La economía dominicana ha experimentado cambios en su sector agropecuario reflejados en diversos indicadores económicos y productivos. Con la consolidación de nuevas actividades de exportación, luego de que el cacao, azúcar, café y tabaco dejaran de ser los principales rubros generadores de divisas, la estructura productiva del país experimentó una transformación. Fue cuando dejó de estar basada en la producción y exportación de bienes agrícolas primarios para orientarse hacia los servicios.
Sin embargo, más que una reducción de la participación de este sector, se muestra una transición hacia otras actividades económicas, como las industrias y los servicios, los cuales han aumentado su valor agregado más rápidamente que la agropecuaria, según explica “República Dominicana: mapeo y reflexiones para un desarrollo productivo, inclusivo y ambientalmente sostenible, elaborado por la fundación Friedrich Ebert Stiftung.
Tal como explica el ministro de Agricultura, Limber Cruz, a diferencia de otros sectores, como el turismo que puede expandirse sin márgenes, la agricultura tiene un espacio limitado. “Pretender que tenga un porcentaje mayor en el producto interno bruto (PIB) tendríamos nosotros que aumentar la cantidad de tierra y los recursos destinados a la agricultura”, aclara.
Cruz sostiene que mediante el uso de la tecnología y otras herramientas se puede eficientizar y aumentar la productividad y de ahí tener un rendimiento mayor. “Por eso el año pasado nosotros crecimos 5 puntos y la economía 4.9%”, indica. En ese sentido, pronosticó que para este año el sector crecerá el doble. Entiende que, si bien no es mucho en cuanto al peso del PIB, el sector sigue creciendo en términos porcentuales.
De acuerdo con el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), la ponderación o participación del sector agropecuario dentro del producto interno bruto (PIB) se ha mantenido estable durante los últimos cinco años, aunque con pequeñas fluctuaciones. Desde 2019 a septiembre de 2023 las aportaciones del sector agropecuario al PIB han sido en promedio de 5.8%. En cuanto al crecimiento, la actividad registró de enero a septiembre del año pasado un decrecimiento de 0.5 puntos porcentuales al comparar con el mismo período de 2022.
El ingeniero agrónomo Manuel Gonzales Tejera señala que este cambio en la estructura productiva, que pasa de la producción agropecuaria a las manufacturas y los servicios, es un proceso normal del desarrollo económico que también experimentaron los países hoy considerados como desarrollados y de altos ingresos.
“Esa disminución es normal, es el desarrollo del capitalismo. Se observa que el aporte en Estados Unidos es mucho menor que el nuestro”, indica. De los dos subsectores que componen la producción de alimentos, el agrícola es el que mayor aporte hizo al PIB de 2019 a 2023. Mientras la ganadería, silvicultura y pesca no supera el 2%, pues mantiene casi de forma constante su aporte.
De acuerdo con el último Censo Nacional Agropecuario, realizado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), la mayoría de las unidades productivas del país (62.6%) están dedicadas a actividades agrícolas, una quinta parte (20%) a la cría de animales, mientras que un 16.3% se dedica tanto a actividades agrícolas como a actividades pecuarias. Refiere que menos del 1% se dedica a actividades como la siembra de árboles forestales no maderables, siembra de flores o plantas ornamentales, o la siembra de árboles forestales no maderables y a la cría de animales, respectivamente.
Valor agregado
El valor agregado de la agricultura en 2019 fue de RD$238 481.2 millones, con un crecimiento de 4.4%. Según el BCRD, este desempeño obedece a las políticas de apoyo al sector, las facilidades de crédito del Banco Agrícola y asistencias técnicas otorgadas por el Ministerio de Agricultura y sus dependencias a los pequeños y medianos productores, que compensan parcialmente los efectos de la sequía en diferentes zonas del país durante gran parte de ese año.
En tanto, los dos períodos siguientes, 2020 y 2021, el valor agregado de la agropecuaria fue de RD$269 248.0 millones y RD$305 539.4 millones, respectivamente.
En 2022 ascendió a RD$362 360.9 millones, registrando un aumento en términos reales de RD$56 821.4 millones. La expansión de 3.2% que presenta el valor agregado real de la ganadería al cierre de 2022, responde al desempeño de los volúmenes de producción de la mayoría de los rubros que la componen, entre los que se destacan: huevos (17.0%), pollo (6.0%), productos de la pesca (4.6%) y ganado bovino (0.8%). Sin embargo, de enero a septiembre del año pasado el Banco Central registraba en RD$300 797.9 millones el valor agregado del campo dominicano.
En su Informe de la Economía Dominicana de ese período señala que el cultivo de arroz se contrajo un 2.4%, resultado de la reducción de 15.7% en los volúmenes de producción en el tercer trimestre del año por la sequía en Cibao, lo que incidió en la cuenca Yuna, la principal fuente de agua.
Expansión
Al presentar los resultados preliminares de la economía dominicana, el Banco Central indica que el valor agregado de la actividad agropecuaria registró un crecimiento interanual de 3.8% durante los primeros nueve meses del año pasado. Este comportamiento refleja el desempeño mostrado por la agricultura (5.4%) y la ganadería, silvicultura y pesca (1.0%).
Según el Banco Central, la actividad ha logrado mantener un resultado positivo durante el año, favorecido por el respaldo del Gobierno, a través del Ministerio de Agricultura y sus dependencias, con el interés de desarrollar una producción sostenible.
Fuente El Dinero