Brasil se adelantó en el marcador de la semifinal con un gol tras un error de la portera española y la reacción de la delantera brasileña fue un feo gesto
España se enfrentaba a Brasil en la semifinal del fútbol femenino en los Juegos Olímpicos de París, una victoria aseguraba la medalla, fuera de plata o de oro. Estas alturas de la competición siempre se deciden en momentos y tanto Brasil como España, que ya se habían enfrentado antes, sabían que el partido podía ser diferente al anterior por estos pequeños detalles.
La selección española comenzó encajando un gol en apenas cinco minutos. La presión de la ‘Canarinha’, cuando la Roja buscaba sacar el balón jugado desde atrás, provocó el error de Cata Coll, que viendo cómo la delantera de Brasil la encimaba quiso tirar un balón en largo que golpeó en Irene Paredes y se introdujo en la portería española. Un fallo que ponía cuesta arriba el partido para la selección, favorita a la victoria, sobre todo tras el encuentro de la fase de grupos en el que España venció el 2-0.
Es la segunda vez en la que se ve un momento de este estilo en estos Juegos Olímpicos, ambos contra España. Son situaciones que, aunque no son habituales, se han dado y van en contra del espíritu que siempre se ha promulgado. La primera de las ocasiones fue en la otra semifinal que disputó el fútbol español, la masculina, en el que Rahimi festejó su gol de penalti en la cara de Arnau Tenas, además de que antes de este mismo penalti Hakimi increpó al portero español. En el encuentro del equipo masculino, los de Santi Denia se repusieron a la falta de respeto sufrida y consiguieron dar la vuelta al marcador.
Fuente Cadena SER
Totalmente de acuerdo, no hay espíritu olímpico.
TODO VALE si se gana.
Es simplemente vergonzoso.
La solución es sencilla, expulsión a todo aquel que falta al respeto al rival y se acabó.
Pero claro, hay que anteponer el respeto al poder.