Cuando tengo que pensar en una comunicadora integral y revolucionaria pienso en Arleen, quiero ser o alcanzar a parecerme a ella. Desde Guantánamo hasta la Habana cuántos trabajos, cuánta lucha para ser reconocida. Le dieron el Premio Nacional de Periodismo en el 1993. Siempre hacía entrevistas imaginativas, incisivas a dirigentes hombres y mujeres de la Revolución. Y el comienzo de la Mesa Redonda fundada por Fidel el 16 de diciembre de 1999, de la que pasó a formar parte en 2005. En este programa como en su sección internacional sobrelleva los temas con una naturalidad increíble y con un conocimiento diverso. Socarrona, siempre con una broma y tremendamente alegre, no para de trabajar, en la televisión, en la radio, siempre alerta para defender el camino revolucionario, con sus desafíos también. Hablar además de cómo defendió la causa de los Cinco Héroes, desde la radio y el activismo con su tenacidad cotidiana. En otro rubro colaboró a la socialización de documentales como la transmisión durante un año de una selección crítica de la obra de Santiago Álvarez en ocasión de su centenario y donde se han estrenado decenas de documentales cubanos y extranjeros.
Ella es audaz y como dicen en Cuba atrevida, porque a veces se deja llevar por su espontaneidad y dice lo que piensa. Uno de sus principales atractivos es que jamás se da importancia, es sencilla y no habla de sí misma. Es una colega más, una vida dedicada a comunicar para defender su querida Revolución y todas las causas justas.
A ella le agradeceremos eternamente su asesoría en nuestra película: Cubanas: Mujeres en Revolución. Felicitaciones inmensas querida Arleen.
Arleen y Maria en el estreno de Cubanas, Mujeres en Revolución en La Habana 2018
Fuente Resumen Latinoamericano