COMUNICADO
Desde el Feminismo Comunitario–Abya Yala manifestamos nuestra indignación y profundo dolor por el asesinato de los hermanos indígenas Bruno Plácido Valerio, líder fundador de la Policía Comunitaria de autodefensa de los pueblos originarios contra el crimen organizado en el Estado de Guerrero (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria, CRAC-PC), dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y Abad García Ruiz compañero indígena, enfermero y hermano de lucha, quienes en Chilpancingo, perdieron la vida luego de ser atacados por sicarios.
Éste no es un hecho aislado, pues Juan Carlos González Olivar, fundador de la Policía Comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), ex líder de esta agrupación civil armada, fue asesinado a balazos frente a su esposa e hijos, por un grupo armado en el municipio de San Marcos.
Estos actos son una muestra de la alevosía y saña con la que actúan los grupos de poder del crimen organizado patriarcal, la policía y las fuerzas militares en contra de la auto-organización y autodefensa de los pueblos.
Exigimos justicia y conminamos a dar con los autores materiales e intelectuales de éstos hechos. Demandamos al Estado Mexicano fortalecer la lucha efectiva contra el crimen organizado, así como garantizar las condiciones para la auto-organización y autodefensa de los pueblos. Hacemos un llamado a todas las organizaciones vivas del Abya Yala a pronunciarse ante estos hechos de violencia contra el pueblo de Guerrero.
Nos sumamos al dolor de las familias de nuestros hermanos Bruno Plácido Valerio, Abad García Ruiz y Carlos González Olivar, a la indignación de nuestras compañeras y compañeros en Guerrero y acuerpamos la lucha por la vida, dignidad y justicia.
NI OLVIDO NI PERDÓN, ¡JUSTICIA!
HASTA LA COMUNIDAD, ¡SIEMPRE!
Quién fue Bruno Plácido Valerio, fundador de las autodefensas de Guerrero asesinado afuera de la Secretaria de Salud de su estado
El homicidio del líder de la UPOEG se sumó al de Juan Carlos González Olívar y el de Hipólito Mora, en Michoacán
Bruno Plácido Valerio, dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG)
Un nuevo golpe contra los movimientos de autodefensas llegó con el asesinato de Bruno Plácido Valerio, líder y cofundador de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) que desde 2013 combatía a los grupos criminales que el gobierno decidía no confrontar.
Aunque se había mantenido relativamente alejado de las acciones de la policía comunitaria, en julio pasado advirtió que la UPOEG pretendía reagruparse ante la escalada de los homicidios en la entidad. Sin embargo, las balas lo alcanzaron antes de que esto fuera posible.
Su cuerpo quedó tendido sobre el piso a las afueras de la Secretaría de Salud de Guerrero, ubicada en la avenida Ruffo Figueroa en Chilpancingo de los Bravo. Su chofer también fue acribillado por el grupo de sicarios que descargaron alrededor de 20 detonaciones.
Plácido Valerio era un antiguo miembro de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC). Un reportaje publicado por Carlos Acuña en 2014 refiere que el líder de autodefensas nació en una comunidad mixteca del municipio de Azoyú.
Bruno Plácido nació en el municipio de Azoyú
Participó como policía raso en la Coordinadora Regional de Autoridades Indígenas —que logró una notoria reducción de los crímenes en la sierra de Guerrero— y poco a poco se convirtió en un dirigente de alta relevancia.
En 2002 llegó a dirigir la Policía Municipal de San Luis Acatlán y en 2012 intentó convertirse en diputado plurinominal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), pero no lo consiguió.
Luego, en 2013, creó la UPOEG y se distanció de la CRAC debido a que este movimiento no contemplaba en sus actividades la lucha contra el narcotráfico. Para Bruno, atender el problema de inseguridad que vivía el estado de Guerrero era clave para tener acceso a una correcta gestión de los recursos y, con ello, mejorar las condiciones de vida de la población.
Para 2014, la UPOEG ya tenía presencia en por lo menos 41 de los 81 municipios de la entidad y en Chilpancingo era el de mayor expansión, con un despliegue de integrantes en 21 localidades. Ese mismo año, el grupo participó en labores de búsqueda para localizar a los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
El homicidio de Bruno Plácido ocurrió sólo un par de días después de que Juan Carlos González Olívar, otro líder y fundador de la UPOEG, fuera ejecutado por supuestos sicarios de Los Rusos —célula ligada al Cártel de Sinaloa— frente a su esposa e hijos.
Fuente Resumen Latinoamericano