
Familias de clase media y los jubilados empobrecidos por pensiones insuficientes acuden cada vez más.
La nieve y la lluvia no disuadieron a la gente, y esta Navidad más de mil personas hicieron cola para acceder a la distribución de alimentos que hacen los seguidores de Krishna en Budapest.
Algunos llegaron a las cuatro de la madrugada para asegurarse una bolsa con alimentos básicos.
A las 10 en punto, los primeros mil números ya tenían dueño.
Csilla Szilaj Péterné, portavoz de Food for Life Krishna Charity da fe que «cada año, más y más familias y jubilados se unen a la cola. También vemos padres con hijos. Hay muchas familias desintegradas. Las madres crían solas a uno o dos hijos y un plato de comida puede ser de gran ayuda».
En ocasiones basta con una enfermedad o un divorcio para romper una vida, de tal forma que quede lejos un plato de comida caliente.
El movimiento Food for Life distribuyó más de tres mil donaciones en los días de Navidad.
Y es sólo una organización entre otras muchas.
Casi todos los voluntarios coinciden en que la inflación, crisis energética y carestía de los alquileres hacen que cada vez más gente, en toda Hungría, necesite ayuda.
Fuente Euronews