Feijóo y Gamarra durante la sesión sonstitutiva del Congreso © Juan Carlos Hidalgo/EFE
Alberto Núñez Feijóo insiste en intentar la investidura, a pesar de que la votación de ayer en el Congreso de los Diputados evidenció que Pedro Sánchez está más cerca de lograr la mayoría de los apoyos. En Génova son conscientes de que sus opciones son escasas, pero quieren explorarlas para evitar «el síndrome Arrimadas». O sea, no aprovechar su victoria en las urnas para, al menos, intentarlo.
Se cumplió el cálculo de posibilidades del PP («ellos 60%, nosotros 40%») y la socialista Francina Armengol se hizo con la Presidencia de la Cámara Baja, pero no por descontado les duele menos a los populares. Diversos dirigentes coinciden en que las opciones de Alberto Núñez Feijóo para ser investido quedan reducidas a la mínima expresión, toda vez que el PSOE ha ahormado una mayoría de 178 votos (dos más que la mayoría absoluta), al lograr a última hora el apoyo de Junts.
Y no sólo eso. Los barones consultados creen que el presidente del PP debe comenzar ya a perfilar cambios para aplicarlos tras la hipotética investidura de Pedro Sánchez. Le piden que amplíe o clarifique la cúpula del partido y que se prepare para una oposición «dura», pero en la que también se distancie con mayor claridad -de manera definitiva- de Vox.
Los dirigentes territoriales consultados tienen claro que la clave del éxito futuro de Feijóo será la definición de su relación con Vox. En ese sentido, apuntan a la «vía de Juanma Moreno» como la más correcta. Distanciarse de ellos y darles la batalla, como apuntó el presidente andaluz: «La única manera de volver a gobernar es crecer por el centro sin mirar a Vox».
En el equipo de Feijóo lo comparten. «El PP es lo que está entre Vox y el bloque de Sánchez». Por eso ayer no dieron un asiento a los de Santiago Abascal en la Mesa del Congreso. «Es un relato de cara a la investidura nuestra. En la relación coste-beneficio era mejor llegar a la siguiente pantalla con posibilidades. Y las únicas posibilidades son las de un cambio de Junts o PNV, aunque sean escasas», explican en el entorno de Feijóo.
Pero cuatro barones del PP coinciden en que la suerte está echada. Y por eso creen que se avecina «una legislatura corta» de oposición «dura» y sin rehuir ni un solo debate. O sea, «por el libro» de la ortodoxia de los partidos que no gobiernan, sólo que con mejores expectativas futuras, aseguran. «Será una legislatura corta seguro, pero muy dura», concede un barón, que añade que el PP debe «hacer cambios» orgánicos para prepararse para ese escenario. «Feijóo será presidente en dos años», vaticina otro presidente del PP, pero para eso debe «preparar al partido» para aprovechar la debilidad de Vox y volver a reunir a todo el electorado que está a la derecha del PSOE.
Fuente EL MUNDO







