El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Yván Gil, durante su intervención en la Sesión Plena Número 89 de la Organización de Naciones Unidas (ONU), exhortó al gobierno norteamericano a levantar las medidas coercitivas unilaterales en contra de Venezuela, al tiempo que destacó el compromiso del Gobierno venezolano con la Carta de Naciones Unidas.
El canciller afirmó que las medidas coercitivas unilaterales constituyen «crímenes de lesa humanidad y una violación de los derechos humanos».
“Las transacciones financieras o el suministro de bienes necesarios para la asistencia humanitaria y las necesidades humanas más básicas son afectadas por la existencia de las medidas coercitivas unilaterales, incluso, como consecuencia del temor de las llamadas sanciones secundarias”, indicó Gil.
En este sentido, solicitó a las naciones miembros de la ONU, a presentar un informe con las conclusiones de vigilar la imposición de medidas unilaterales y reflexionar sobre los efectos e impactos de las mismas.
“En la actualidad, más de 30 naciones en el mundo, entre ellas muchas de nuestra organización, están sujetas a medidas coercitivas unilaterales que afectan directamente la vida cotidiana de más de un tercio de la humanidad”, puntualizó.
De igual manera, el canciller venezolano resaltó la solidaridad del gobierno que conduce el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, con el pueblo y gobierno de Cuba.
“Uno de los ejemplos más infames de esta fracasada política de medidas coercitivas unilaterales es el bloque económico, comercial y financiero impuesto contra la República de Cuba hace más de 60 años. A este respecto, renovamos nuestra inquebrantable solidaridad con el pueblo y gobierno de Cuba, al tiempo que instamos, una vez más, al gobierno de los Estados Unidos de América a poner fin, de inmediato y sin condiciones, al bloqueo”, destacó.
El canciller Yván Gil también se refirió al tipo de medidas aplicadas por los países de la Unión Europea (UE), las cuales son utilizadas para «la intervención y la desestabilización» en las naciones soberanas e independientes.
“No podemos dejar de mencionar el impacto de las sanciones en la economía y desarrollo regional y global; la seguridad energética se vio afectada seriamente. Se trató de mermar las capacidades productivas del país con mayor reserva de petróleo en el mundo; el programa Petrocaribe, la más fabulosa empresa de cooperación solidaria en nuestra región, que permitió la inversión de cuantiosos recursos para nuestros pueblos, fue vilmente atacada”, recordó.
Ante el impacto negativo que tienen estas medidas para el disfrute de los derechos humanos, Gil acentuó la importancia de poner fin a todas las medidas, que agravan no solo la vida de las naciones afectadas, sino también la crisis mundial que hoy todos los países viven.
Fuente Ciudad Caracas