Comentario Político de carácter educativo para *Supuestos líderes cívicos, políticos, comunitarios de Pennsylvania y el resto del mundo*
Por Polon Vasquez
FILADELFIA, PA—»Las actividades serias y cualidades propias de liderazgo de personas mayores de edad y jóvenes envueltas últimamente, en los quehaceres políticos cotidianos, ha cambiado demasiado y ha experimentado un giro negativo muy agigantado, vertiginoso y de impresdecibles consecuencias para la humanidad».
«Las más recientes y nuevas generaciones de líderes cívicos, políticos, sociales que orientan y determinan el descurrir corretamente y transcurso civilizado de la humanidad, no lo están haciendo en su correta dimensión».
Necesitamos ahora, nuevos jóvenes estudiosos de las ciencias políticas, brillantes economistas y de los derechos cívicos fundamentales que rigen el orden mundial y los destinos de la sociedad en su conjunto.
«Décadas atrás, los dirigentes políticos y líderes sociales de una ciudad cualquiera y ubicados en diferentes paises del mundo, tenían que dominar en cierta medida, algunos conceptos de ciencia política, economía, civilidad, credibilidad social, derechos constitucionales, relaciones humanas, hacer roles sociales permanentes y socorrer en caso de necesidades a amigos y subalternos».
Como joven políticamente inquieto, acérrimo observador y aspirante a ser *Un líder político modesto para servir a la sociedad* hace alrededor de 35 años, escuchaba los estridentes discursos del doctor José Francisco Pena que, todos los dias, pronunciaba en su programa político *Tribuna Dominicana que se transmitía en horario vespertino por Radio Comercial* donde decía y reiteraba en repetidas ocasiones que los perredeistas debían ser gente solidaria con sus congéneres y compañeros.
«Los perredeistas de José Francisco Pena Gomez y el Partido Revolucionario Dominicano [PRD] de antes fueron muy solidarios, muy buenos amigos entre sí, se saludaban como hermanos, se comunicaban el uno al otro y existía entre ellos, una convivencia más pacífica y humana».
Pero ahora, hemos visto que los políticos herederos del perredeismo histórico, *LOS PERREMEISTAS OFICIALISTAS* borraron de sus mentes esas concepciones solidarias, delicadisimos criterios de formación política y humanistas en que creía ciegamente el grandioso y gigante líder político dominicano y continental, el doctor José Francisco Pena Gomez.
«La definición de liderazgo político, dirigente cívico y comunitario es un concepto difícil de definir, pero muy fácil de percibir sobre quién lo tiene o carece de él. Puedes aplicarlo de muchas maneras, pero yo te sugiero tres ingredientes básicos».
A) La capacidad de marcar la pauta en una visión ilusionante para el futuro de una ciudad, región o país.
B) Ser capaz de transmitir las ideas y proyectos entre las personas de tu equipo y tu partido.
C) Hacer llegar esos anhelos hasta la ciudadanía, infundir esperanza, energía y sosiego. La sociedad necesita que se escuchen sus demandas y provocar cambios en un entorno de desarrollo social y estabilidad.
Todo ello se consigue actuando con determinación, confianza, apertura confiable, escuchar atentamente las orientaciones politicas nacionales y sobre todo, pronunciadas con credibilidad.
La CREDIBILIDAD POLITICA Y DE ORIENTACION, se basa en una estrategia cohercitiva y coherente, en una línea correcta de comunicación, y en la generación de consensos o acuerdos (la política es el arte de llegar a acuerdos), sin olvidarnos de la sinceridad y la honestidad a la hora de trabajar y de comunicarse con los ciudadanos.
En estos momentos, y pese a la desafección hacia la política, los ciudadanos necesitan personas que ejerzan un liderazgo político fuerte y de forma honorable.
Personas que sean capaces de escuchar a sus conciudadanos, que sean sensibles a sus necesidades, y que les hablen con naturalidad de los problemas reales, sin engaños ni artificios.
Personas con cargos públicos políticos o institucionales, hay muchos, pero personas que sean capaces de ejercer un liderazgo político solvente, que tengan una visión estratégica, no caigan en el cortoplacismo o puedan ofrecer credibilidad a sus conciudadanos, no hay tantas.
Para llegar a ese punto en el que una mayoría de personas pueden confían en ti, has de tener o entrenar alguna de estas cualidades y habilidades.
En estos tiempos en los que la política tiene tan mala fama, y en el que las falsas noticias corren como la pólvora, la credibilidad es una cualidad fundamental.
Y eso se consigue con trabajo, compromiso con la sociedad, y coherencia a la hora de poner en marcha tus políticas y a cada momento que proyectas tu imagen pública en torno a una marca personal.
Recuerda que las frases bonitas se las lleva el viento… para ser creíble, las mejores formas son los hechos reales.
¿Qué huella política queremos dejar entre las personas que lean este educativo e ilustrativo articulo de opinion? Contestese usted mismo.