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Por Franklin Domínguez Cruz
¿ Has pensado alguna vez que el hecho de que a pesar de los horrores de la guerra al menos es algo grande?
Quiero decirte, que en ella uno se enfrenta a realidades; las tonterías, el egoísmo el lujo y la mezquindad que general de la existencia vil y comercial que llevan las nueve décimas parte de las personas del mundo en tiempo de paz son sustituidas en la guerra por un salvajismo que al menos es más honesto y franco.
Considéralo de esta manera en tiempo de paz vive uno únicamente su pequeña vida dedicado a trivialidades, preocupado por las propias comodidades, por asuntos de dinero y todas esas cosas: viviendo solo para sí.
¡Qué vida más sórdida¡ En la guerra en cambio, Incluso si te matan solo anticipas lo Inevitable unos cuantos años en cualquier caso, y tienes la satisfacción de saber que la has palmado en el intento de ayudar a tu país de salvarlo.
En realidad has cumplido un ideal que hasta donde puedo ver cada vez consigues en la vida cotidiana, la razón; es que la vida cotidiana funciona sobre una base comercial y egoísta; si quiere «ser alguien» como suele decirse no puedes mantener las manos limpias.
Personalmente a menudo me alegra que la guerra me haya salido al encuentro ha hecho que me dé cuenta de que cosa más baladí es la vida, pienso que la guerra ha dado a cada uno la oportunidad de «salir de sí mismo» por así decirlo.
Ciertamente y hablando por mí puedo decir que en toda mi vida había experimentado un alborozo tan salvaje como el inicio de un gran ataque como el del pasado abril por ejemplo; la excitación de la última media hora aproximadamente antes del ataque es algo sin igual en la tierra.
Carta de Henry Jones Teniente del ejército inglés tres días antes de su muerte en frente de batalla en la Primera Guerra Mundial.
Del Libro: Debate…»Breve Historia del mañana. El Hombre es Dios» de Yubal Noah Harari. 2016.
FDC. 2024