
Ganó el NO impulsado por la derecha
Con los primeros resultados dados a conocer por el Servicio Electoral, personeros del oficialismo y oposición ya anticipaban el resultado del plebiscito. Los chilenos volvieron a las urnas para pronunciarse sobre una propuesta de nueva Constitución y por segunda vez, rechazaron la propuesta.
No habían pasado noventa minutos desde el cierre de las mesas cuando el senador y timonel de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), Javier Macaya, habló desde su comando. “Chile no quiere cambios constitucionales”, señaló al reconocer el resultado de la votación.
En paralelo, sin demasiada algarabía, en el comando triunfador tomó el micrófono la alcaldesa de Peñalolén y vocera del En contra, Carolina Leitao, señalando que los chilenos aspiran a “más acuerdos, menos disputas”.
“Nos quieren a todos unidos trabajando por algo que es muy importante, que es llevar adelante una agenda que ponga la prioridad en los temas que más preocupan a la ciudadanía. Nos quieren a todos trabajando para tener un país más equitativo, nos quieren a todos trabajando para tener un país más solidario, nos quieren a todas y todos trabajando para tener un país más seguro”, añadió.
Con premura el Servicio Electoral fue actualizando sus datos, consolidando la información, con leves variaciones en los porcentajes.
El reporte del organismo con el 99.33% de las mesas escrutadas otorgaba un porcentaje de 55.76% de votos para el «en contra» y 44.24% para el «a favor».
El segundo intento
El rechazo al texto constitucional propuesto por el Partido Republicano y la derecha tradicional obliga a mantener la Carta Magna promulgada en 1980 durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), impuesta a sangre y fuego tras el golpe militar contra el presidente socialista Salvador Allende.
Aunque la mayoría de la ciudadanía no estuvo de acuerdo con un texto constitucional considerado regresivo en materia de derechos, el rechazo mantiene esa Constitución de 1980, la cual perpetúa el modelo neoliberal, el actual orden económico y las desigualdades.
Por otro lado, continúa sin concretarse el reclamo enarbolado durante el estallido social de 2019 de que el país cuente con una nueva Ley de Leyes elaborada a partir de una Asamblea Constituyente, representativa de todo el pueblo y de sus luchas históricas.
Una propuesta de texto constitucional más cercana a esta perspectiva fue rechazada durante el plebiscito de salida realizado en septiembre de 2022, cuando cerca del 62 por ciento de quienes acudieron a las urnas, de una cifra superior a 13 millones de votantes, votaron por el “Rechazo” y alrededor del 38 por ciento se inclinaron por el “Apruebo”.
Fuente Resumen Latinoamericano