
Quieren cerrar a Huachipato porque la empresa pierde dinero y el dueño de la empresa, la matriz multinacional chilena CAP, prefiere seguir con las otras filiales y cerrar la filial que pierde dinero. Así CAP puede ganar la competencia que hace con otras empresas. Por otro lado, la CAP podría seguir con Huachipato si el Estado pagara un subsidio a Huachipato. El Estado podría, por ejemplo, aumentar los aranceles al acero importado a 25% y así las empresas nacionales tendrían que pagar más por el acero importado.
Claro, el acero importado de China lo venden a 40% más barato que el acero de Huachipato porque producen a gran escala y los trabajadores del acero chino tienen que aguantar condiciones de trabajo muy precarias.
Pero la gerencia de Huachipato, y tampoco los dirigentes, han dicho lo que todos los estibadores de San Vicente saben desde hace tiempo… que Huachipato importa acero de “la competencia” en China o Brasil y lo usa para hacer sus productos.
Sergio Muñoz de Huachipato, en la asamblea que rompió un poco la calma de las negociaciones y conversaciones “respetuosas” entre dirigentes y los políticos nacionales y locales:
“No fueron capaces de desarrollarse tecnológicamente para producir acero, que es el problema de fondo. Los productos que hacen hasta ahora lo hacen con acero chino o brasileño. O sea, le compra a la competencia. Lo de las barras lo sé porque yo trabajé en el puerto y desembarcamos esas barras y me preocupé de preguntar para quien eran y para qué… todos los portuarios de San Vicente y Talcahuano sabemos eso.”
En otras palabras, para hacer sus productos, Huachipato compra acero de proveedores de otros países porque sale más a cuenta, más barato, hacerlo así.
Y ahora, CAP quiere presionar el gobierno para subir el precio de ese acero y así dejar de perder dinero. En otras palabras, la CAP quiere ganar a la competencia.
La libre competencia y Huachipato
En realidad, Huachipato es víctima del modelo económico en curso. El modelo instalado por los economistas de Chicago obliga a las empresas a buscar un “nicho” de negocio, porque, según ellos, es lo que hay que hacer. Cada empresa debe, según ellos, buscar donde hacer su negocio en el mercado internacional abierto, global o nacional. Por eso hay tantos acuerdos de libre comercio y aranceles muy bajos.
Por lo tanto, Codelco busca donde vender su cobre, porque era un gran productor de cobre de bajo costo.
Las salmoneras buscan donde vender sus salmones porque podrían polucionar las aguas del sur sin pagar enormes multas y usar químicos en cantidades que no eran legales en otros países.
Los forestales buscan donde vender su celulosa porque habían conseguido la tierra gratis (o casi gratis) del pueblo mapuche, podían destruir los bosques nativos sin pagar el precio y pagaban sueldos miserables a sus trabajadores hasta las grandes huelgas de los subcontratistas en 2007.
Así suma y sigue. Cada empresa busca su “negocio” donde puede ganar a la competencia nacional e internacional.
Y las grandes “ventajas comparativas” que han explotado han sido porque las materias primas en Chile salen baratas, sin mayores costos. En otras palabras, prefieren explotar y exportar recursos naturales, donde priman ventajas competitivas naturales. Chile es la economía más abierta de América Latina y la más absolutamente dependiente del mercado mundial.
La producción depende mucho del capital invertido en maquinaria, tecnología, entrenamiento, experiencia. Y esos “elementos” tienen su costo.
Por esa razón, Huachipato no invertía en maquinaria nueva e importa acero desde otros países. Y ahora quiere que el Estado pague un subsidio a la empresa en forma de aranceles sobre el acero importado.
De hecho, CAP negociaba con una empresa de china, capital chino… para conseguir el capital que necesita para modernizar Huachipato…
“En un desayuno con analistas e inversionistas, CAP comentó que desde hace algunos meses está en conversaciones con una empresa china por el eventual ingreso de ésta a la propiedad de Huachipato, donde incluso existe la opción de que el posible nuevo socio adquiera una posición de control».
Según comentó la compañía en la cita, la decisión sobre la asociación se podría tomar el último trimestre del ejercicio.
Lo que CAP buscaría con el eventual ingreso de un socio es concretar las millonarias inversiones que pretende realizar en Huachipato para aceros largos y planos, junto con darles salidas a los productos de acero que elabora.
Entre las opciones, se baraja que los chinos instalen en Chile una planta de procesamiento.”
El sistema de “buscar un nicho de negocio” eliminó sectores de empresas hace tiempo. Hoy no hay industria de calzado, textil, ropa; la participación de la manufactura en el total de la producción nacional se ha reducido desde el 20% del PIB que representaba a principios de los años noventa, a menos de un 10% en la actualidad.
Los economistas están de acuerdo con este “neoliberalismo”, van a decir que es muy sano este proceso de “destrucción creativa”, porque deja una economía sana, en vez de una economía débil, enfermiza, incapaz de sobrevivir. Por lo tanto, la empresa que no puede seguir…. tiene que morir. Huachipato debe morir, dicen. Y los tratados de libre comercio han ayudado en ese proceso…
Peones en el juego de la competencia internacional
Las familias de Huachipato son peones, piezas, en el gran juego de la competencia entre empresas rivales, capitalistas.
Molycop, por un lado, es una multinacional norteamericana, principal cliente de Huachipato, con 80% de la capacidad instalada de producción local de bolas de acero de molienda para la minería en Chile y socio estratégico de la minera Collahuasi, cuyos dueños son las multinacionales gigantescas AngloAmerican (británica) y Glencore (Suiza).
Molycop tiene plantas en varios países del mundo y generalmente produce en el país dónde vende; tiene dos plantas en Chile, en Talcahuano y en Mejillones.
Una empresa, que compra y vende otras empresas, que se llama American Industrial Partners (ATP), compró Molycop de sus dueños australianos a principios de 2017 por USD$ 1.23 billones. Ya tenía Molycop en venta por USD$ 2.0 billones cuatro años después, en 2021.
Y ME-Elecmetal (es decir, la compañía Electro Metalúrgica S.A.), por el otro lado, es la empresa matriz de la multinacional chilena Grupo Claro, con ventas de 1100 millones de dólares al año. El grupo incluye Cristalerías Chile, Viña Santa Rita y el Diario Financiero.
Por su parte, ME Elecmetal importa a Chile y a varios otros países las bolas de acero de molienda de China. Tiene una larga historia, pero en este siglo creció mucho a nivel nacional e internacional.
En 2001, compró 2 modernas fundiciones ubicadas en los estados de Minnesota y Arizona de los EEUU. En 2003, compró el 60% de Fundición Talleres de Rancagua a Codelco, luego el 40% restante el 2008. Unos años después, en 2016, invirtió US $ 92 millones para una completa modernización.
En 2011, constituyó una sociedad (“joint venture”) con la empresa china Longteng Special Steel Co, de nombre «ME Longteng Grinding Media (Changshu)» para construir una nueva planta para la fabricación de más de 400 000 t/año de bolas forjadas para la Minería. La planta se puso en marcha en 2012.
Molycop y ME Elecmetal son empresas multinacionales en competencia
En la memoria anual 2023 de ME Elecmetal, consta que ME Elecmetal y Molycop son competidores globales.
Que Molycop ha pedido el aumento de aranceles a la importación de las bolas de acero (en México y Australia, por ejemplo), que son de la competencia. Para ME Elecmetal, su competencia, cuando los EEUU aplicó medidas arancelarias las bolas de acero para molienda, producto que importaba desde China.
Y en Chile, Molycop pidió el aumento de las tarifas en noviembre del año pasado. Lo mismo que había hecho en México y Australia, para proteger su negocio y ganar a su competencia.
¿Quién debe pagar el precio de las consecuencias de la competencia entre las empresas que quieren llevar ganancias a los bolsillos de sus dueños y accionistas?
¿Por qué tienen que pagar los y las trabajadores?
Pero hay una alternativa, es decir que, la inversión no sea necesariamente obtener utilidades, sino que mantener a los trabajadores con sus ingresos.
Después de todo… ¿producimos bienes porque son útiles para nosotros, en un sentido u otro, en nuestras vidas? ¿O producimos las cosas para generar ganancias? En otras palabras… ¿La producción es para nuestro uso o es para hacer ganancias?
Bueno, es obvio que los dueños de Huachipato (y de CAP) piensan que la producción sirve para generar ganancias. Por eso, Huachipato está en el estado en que está. Y proteger a los dueños es una muy mala idea.
Algunos dirigentes de la Agrupación de Defensa del Acero donde hay sindicatos portuarios, Asmar, Petrox, las Forestales y otros, han acordado pedirles a sus patrones que compren acero chileno. Pero la idea terminó mal ya que las empresas compran donde venden más barato. Subir el precio del acero importado no es la solución. Incluso puede provocar despidos de trabajadores del acero en otras empresas del país.
Dijo el estibador sobre la situación:
“O sea, que una empresa privada tenga utilidades con nuestra ayuda y si no cerramos, quedando trabajadores y familias sin ingresos. ¿Huele a chantaje no?
Además, no me cabe duda de que hay también un componente ideológico desde lo patronal, que es hacer problema al «comunista» del Boric, que es incapaz de solucionar el problema y mandará a pasar hambre a muchas familias y afectará a una región entera.”
La solución, ¿Cuál es?
«La solución no es el neoliberalismo de los “nichos de negocio”, no es el capitalismo que produce para hacer ganancias y no es el aumento en los precios de las importaciones.
La solución es, antes de nada, luchar por obligar el gobierno (o la CAP) a soltar dinero que nos va a garantizar el futuro de los trabajadores y sus familias de Talcahuano. Un aumento en el precio de acero posiblemente va a provocar el cierre de otras empresas y otros grupos de trabajadores van a encontrarse en la misma situación que enfrentan las familias de Talcahuano. Y esa no es solución.
El negocio de EC Elecmetal, por ejemplo, es importar las bolas de molienda de su planta en China y los trabajadores de acero en su planta en Rancagua podrían ser despedidos.
Y echar la culpa a los trabajadores de acero chinos, tampoco es solución. Los trabajadores chinos laboran en malas condiciones de trabajo y ganan poco. ¡NO ES SU CULPA!
Necesitamos producción de bienes que mejoren nuestro bienestar. ¿Pero quienes deberían decidir cuáles son o cuáles no son, los bienes que van a mejorar nuestro bienestar?
¡¡¡ Nosotros, los mismos trabajadores!!!
Mientras tanto, hay que obligar a los que manejan el dinero, ya sean los políticos o los dueños de multinacionales como EM Elecmetal, Molycop o CAP, a soltar el dinero. Con acciones de fuerza que integren a los trabajadores de base y de sus familias.
Creo que tenemos que recordar que SÍ HAY dinero en este país. Que está en los bolsillos de unos pocos super ricos. Entre ellos, los dueños del grupo ME Elecmetal y de CAP.
Por lo tanto, tienen que soltar sus millones, ellos y el estado también, que deben garantizar nuestro futuro. Tienen que gastar dinero para garantizar nuestro futuro.
No al Cierre de Huachipato
Los trabajadores y trabajadoras de los sindicatos de Huachipato, con sus familias, que saben que las negociaciones entre cuatro paredes no sirven, tienen que organizarse para preparar la ocupación y toma de la planta de Huachipato.
Arriba los y las trabajadores que luchan».
Fuente El Porteño